Rebelión en la granja “Venezuela” Por Gervis Medina (@gervisdmedina)

Si perteneces al Partido Político de Gobierno y detentas el poder, no tienes ningún problema económico y social, puesto a que la revolución todo lo resuelve, reacomodando las normas a través de la “SastreríaJurídica”, quien le hace el traje a la medida al “Rey Desnudo”, y ahora a los “Animales de la Granja”.

George Orwell, uno de los autores que denunció el autoritarismo, el totalitarismo, el pensamiento único, la falsedad ideológica y la injusticia social; atada a regímenes que se venden como salvadores de la humanidad.“Rebelión en la Granja”, quien cumple esta semana 72 años; es una sátira acerca de los derroteros del poder de las revoluciones y cómo al final se impone la realidad y la codicia personal por encima de ciertas utopías labradas con sangre.

Tema frecuente en la obra de George Orwell y que va a estar presente en la“Rebelión en la granja” es el uso de la fuerza y la violencia como medio de control social, donde se describen las persecuciones y el exterminio de la oposición interna dentro de la granja.

George Orwell utiliza el recurso de usar animales como protagonistas de la historia, mecanismo tradicional de las fábulas para poner distancia entre los acontecimientos reales y los satirizados, y así aprovechar al máximo las posibilidades humorísticas de los personajes; los tiranos son cerdos, los trabajadores ignorantes están representados con un burro.

El tema principal de la obra es el abuso de poder, y cómo este corrompe a los que lo poseen, llevando a la avaricia, la discriminación y la traición. Así, los cerdos de Rebelión en la granja usan su poder para manipular y engañar a los otros animales y afianzar su dominio sobre ellos.

La historia se desarrolla en un granja en la que sus animales hartos de los malos tratos de su amo, deciden organizarse y expulsar a su dueño. Después de la revuelta, los nuevos líderes (personificados por los cochinos) organizan a los animales y redactan una nueva constitución que escriben en la pared del cobertizo. Dentro de los mandamientos de la nueva constitución se encuentra, el primero y más importante que reza: «Todos los animales son iguales».

La granja poco a poco se fue enriqueciendo sin beneficiar a los animales mismos; exceptuando a los “cochinos”, a quienes la granja enriqueció enormemente. La granja poco a poco iba aumentando el número de animales, los nuevos animales que nacían, aun cuando eran animales de muy buena prestancia, trabajadores de buena voluntad y excelentes camaradas, eran muy estúpidos. Ninguno de ellos logró aprender el alfabeto más allá de la letra B.

En la medida que los nuevos líderes de la granja “los cochinos” iban adquiriendo mayor poder y control sobre las operaciones y sus ocupantes, las reglas de la constitución iban siendo interpretadas de una manera distinta dependiendo de las circunstancias específicas y a los intereses de la clase dominante. Es por ello que un buen día, la constitución escrita en el cobertizo de la granja fue nuevamente modificada para que existiese una sola regla que decía: «Todos los animales son iguales…pero algunos animales son más iguales que los otros….».

Tal vez el “Cerdo Mayor” antes de morir, explica a sus cochinos su visión de la política, realizan otra revolución en la que consiguen expulsar al señor Jones, que así se llamaba el borracho dueño. En aquella granja crean sus propias reglas, como en esta ranchería y redactan una nueva Constitución, con una Asamblea Nacional Constituyente.

¿Recuerdan que el Cerdo Mayor dijo que esta Constitución estaba hecha para que durara mil años? ¿Y que rezaba que el Presidente no podía ser reelegido? ¿Sí? ¿Lo recuerdan? Entonces también recuerdan que cuando se le acercó el final de su período presidencial, arregló las cosas para permanecer por siempre en el poder. Bien, en aquella granja sucesivamente fueron desapareciendo los Mandamientos, por orden de, el Cochino Presidente, con la complicidad de los cochinos del cogollo, y la anuencia de los demás animales, como aquí. Los cerdos en el poder, tanto allá como acá, modifican su comportamiento para parecerse a los que ostentaban el poder antes de la Revolución.

La Constitución de 1999, escrita al comienzo de la revolución de “los animales” para expulsar los vicios denunciados de la cuarta República y todos sus sequitos como al cruel granjero, (anterior propietario) fueron tachados, borrados, por orden de los cerdos gobernantes. La revolución, con sus primeros años de prosperidad (recordar el petróleo en $100 y los repartos en la piñata populista); luego la crisis por incompetencia y corrupción, y la imposición de una nueva casta en la cúpula del poder, apoyada por perros fuertemente armados, sintetizan el resto de la historia.

Hace pocos días, nuevamente la “Sastrería Jurídica” hace lo propio,  con la ley de emolumentos, que en el 2011 la Asamblea Nacional aprobó, a instancias de los principios de progresividad e irretroactividad de la ley. Pero el máximo juzgado no solo anuló el instrumento de cara al futuro, sino también hacia atrás y por ello los altos funcionarios podrán percibir los incrementos salariales en lo que va de 2017, con carácter retroactivo.

Tascón, consideraba excesivo lo que devengaban algunas autoridades. Esta opinión era compartida por el presiente Chávez, quien cuestionó los súper salarios de algunos funcionarios por considerarlos un vicio del capitalismo. Esta decisión, abre las puertas a que las altas autoridades aumenten sus ingresos, se produce cuando el país vive un espiral inflacionario que golpea el bolsillo de los venezolanos.

Por lo tanto, “Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros” es el único mandamiento que queda escrito en la pared del granero de la Granja, al final del cuento.

 

DC / Gervis Medina / Abogado / @gervisdmedina

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