La protesta ciudadana, por  Alexander Acosta Guerra (@aaag1969) 

¿Una vida cuánto vale?; ¿cuánto vale la vida en miseria?; ¿cuánto vale un día de hambre?; ¿cuánto vale un día de penurias por un medicamenta no ubicado?…

 

La violencia es el arma de los que no tienen la razón,

y en Venezuela la violencia viene de un solo lado,

desde el régimen de Maduro.

 

Los venezolanos decidimos desde hace más de noventa días salir de esta dictadura asesina y nos hemos dedicado a hacer inviable la gobernabilidad del país mediante el desarrollo de protestas cívicas y no violentas en toda Venezuela.

 

La Voz del Pueblo es la Voz de Dios, y

¡en Venezuela el pueblo está hablando desde las calles!

 

Como era de esperarse, el régimen ha emprendido una escalada represiva peor que la de 2014, cuando muchos salimos a las calles a protestar en contra del mismo déspota, pero sin los apoyos concertados previamente. En aquel año fueron miles los detenidos, centenares de heridos y 43 venezolanos fueron asesinados como consecuencia de esas protestas. En aquel entonces, los asesinados y los heridos fueron victimas igual que hoy de los Organismos de Seguridad del Estado y de los paramilitares pagados por el régimen, disfrazados de Carmelitas Descalzas.

 

Las dictaduras duran y perduran mediante la instauración del miedo como medio político de control, y es por ello que ante las manifestaciones multitudinarias, abiertas, no violentas y frontales, tienden a responder con represión y violencia, con el único objetivo de seguir infundiendo miedo.

 

La Protesta Ciudadana es un Derecho Universalmente consagrado, amparado por la Carta Fundamental de las Naciones Unidas y en la Constitución de la República.

 

Después de noventa días de protesta cívica, entendiendo que el régimen de Maduro no tiene ninguna intención de buscar soluciones a nuestros verdaderos problemas, con la Unidad fortalecida mediante la cohesión de todos los factores, con la gente en la calle, con el régimen boqueando, descubierto, expuesto, y con el plebiscito en puerta, debemos continuar la lucha en la calle de manera cívica, no violenta y disciplinada.

 

No Violencia significa accionar en contra del régimen, de manera frontal, decidida e inteligente; significa prepararse antes de la confrontación, evaluar los espacios, el camino, el clima, la disciplina de la gente, la cantidad de activistas preparados, los riesgos potenciales… Eso no lo evalúa el ciudadano, lo evalúa el dirigente o el activista convocante. Ahí debemos ser serios y responsables.

 

Si quieres saber más de No Violencia, coloca “Como Iniciar una Revolución Pacifica” y siéntate a disfrutar de 52 minutos de un excelente documental.

 

Se Creativo y mantente No Violento.

 

¡En Dios Confío!

 

DC /  Alexander Acosta Guerra / Activista No Violento, Secretario General de Alianza Bravo Pueblo Zulia / @aaag1969

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