Justicia y Desarrollo, por Luis Acosta

Si cultura lo es todo, entonces, Justicia es mucho más. Justicia es salud y medio para que se cumpla la asistencia médica. También lo es, la educación y la instrucción escolar gratuita que aparece en la Constitución. Justicia es hacer cumplir las leyes de Tránsito. Igual lo es, el hacer honrar los pagos internacionales, formales y contratados, que evitan embargos y causas jurídicas entre las naciones y sus ciudadanos. Justicia es hacer cumplir las condenas y también apoyar los debidos procesos para un equilibrio justo. Justicia es cumplir las obligaciones gubernamentales y, más aun, respetar y apoyar los derechos ciudadanos. Es igual Justicia, el que los hombres juzgados no evadan la justicia. La Justicia es Verdad y no mentiras y despropósitos.

Mas, por lo mismo, es Justicia que los pueblos reciban los beneficios de la repartición de los bienes nacionales. Justicia es proporcionalidad sobre los deberes y derechos de los niños y adultos necesitados, dentro de sus normas y leyes, de los bienes de atención pública. Justicia es pagar los impuestos para cubrir los gastos de la república. Justicia es la mejor forma de ser juez, abogado o médico, dentista y odontólogo, inventor o autoridad, y cada uno observando su plan deontológico. Justicia es que los padres de familia absorban sin dificultad sus obligaciones de matrimonio y de crianza de sus hijos. Justicia es el respeto a cada quien recordando, por un lado, “el respeto al derecho ajeno es la paz” y, en ese mismo sentido, “nuestro derecho termina cuando empieza el de nuestro vecino”. La Justicia es buscar que el servicio aéreo pueda llegar a toda la población y que todo ciudadano pueda exigir la entrega de su cedula de identidad nacionales y otros documentos, necesarios para andar por su país y el mundo, sin obstáculos. La Justicia tiene que tener como principio que todos somos iguales ante la Ley y que todos tenemos el derecho de poder optar y obtener sin reparos la libre circulación nacional. La Justicia debe encargarse de atender al que no tenga acceso a ella, sea por problemas físicos o por no tener suficientes ingresos. La Justicia debe garantizar al inversionista foráneo su colocación financiera y tener libertad para obtener divisas para el retorno de sus capitales y réditos; así, poder perseguir la llegada de éstos al país.

Estos son simples ensayos y ejemplos conceptuales sobre los millones de casos maravillosos donde la justicia toca y decide en armonía con la Verdad y lo justo. Además, el país que no se ajusta a este cuaderno, simple en la expresión pero rico en su contenido y uso, está fuera de lugar y nunca podrá desarrollarse mientras persista en crear obstáculos. Definitivamente, la Justicia es todo y algo más, cuando es básica, cierta, oportuna y útil.

Por el otro lado, Desarrollo es fábricas, construcción, comercios, escuelas y liceos, vías de comunicación modernas, turismo, universidades, gobernanza, dinero y finanzas, bancos y pare de contar. Es decir, todo servicio y actividad que genere bienestar y progreso. Aquí nos preguntamos, ¿cuáles de esta materia son ajenas a la justicia? ¡Ninguna!

Luego, el Desarrollo, desde lo más valioso, que son los recursos humanos, hasta lo de menos importancia, es muy necesario para poder hacer crecer lo industrioso e ingenioso de la grandeza del hombre, que es el motor fundamental y principal desde la Creación y que termina con Dios y Hombre. El Desarrollo, además, necesita una tierra abundante, fértil y segura. Necesita planes de créditos para su financiamiento y sus oportunidades. Los créditos deben ser comerciales y posibles de cubrir. Sus tasas de réditos deben ser justas y no solo rentistas. El desarrollo precisa de herramientas e insumos por la vía de la adquisición directa o por el camino del préstamo. Los dineros propios o las ventas a plazos con vencimientos convenidos, sin castigos severos sino negociados o renovados cuando se trata de faltas al vencimiento. El Desarrollo es arte y es vida. La inventiva tiene íntimo y elevado valor en el desarrollo como el agua para la tierra y la cosecha. Igual, los fertilizantes y el campesino, tecnificado o no, juntos garantizan el rendimiento continuo de las siembras que se manejan con trabajadores, planes y contratos.

Como se desprende de todo esto, Justicia y Desarrollo son un binomio inseparable. Justicia es orden y disciplina. Desarrollo es trabajo y rendimiento. Justicia es garantía y consulta antes y durante negocios y cosechas. Desarrollo es cumplir y lograr los ciclos en la siembra y ganarle, en armonía, a los tiempos y las estaciones.

Como vemos, ninguno de los dos puede andar solo porque para que el Desarrollo funcione y sea posible, necesita un árbitro: la Justicia.

 

DC / Luis Acosta / Artículista

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