El papa y nuestra contra parte, por Jesús Rangel Rachadell (@rangelrachadell)

El papa Francisco quiere regresar a la facilitación con las partes en Venezuela con “condiciones muy claras”. Lascondiciones solicitadas por la Mesa de la Unidadfueron: un calendario electoral, la liberación de los presos políticos, la autorización de asistencia sanitaria internacional y la restitución de las prerrogativas del Parlamento.El papa aseveraque: “Es curioso, la oposición está dividida y los conflictos se agudizan cada vez más”. Esto es cierto, no toda la oposición asistió a la anterior convocatoria al diálogo; pero si hubiera asistido tampoco se habrían logrado los objetivos, ya que quien debe cumplir las condiciones claras es Maduro, no la MUD.

Las partes deberían buscarresolver el conflicto de la sociedad, ganar la negociación es irrelevante. Para eso hay que estimarlas expectativas del otro, hasta dónde quiere llegar, cuánto quiere ceder;encontrar un punto de equilibrio entre las expectativas de ambas partes debería ser suficiente, el triunfo dependerá de lameta decada quien.Es difícil concertar cuando la contraparte se comporta de manera prepotente, como un imperio todopoderoso que trata al contrario como un niño que no merece ningún respeto. La oposición se conforma con el cumplimiento de la Constitución, y a eso se niega el chavismo.

La posición del régimen es curiosa, quiere tiempo, entretener sin resolver. Esto significa que no quieren un acuerdo, por cuanto eso implica que se hagan concesiones para dirimir las diferencias. No tiene interés en participar en una verdadera negociación quien no tiene nada que ganar, a menos que pierda mucho si no pacta o que todo sea una farsa.Nosabemos si el papa ha entendido-ypara el que está afuera es muy difícil comprender lo que pasa en Venezuela- que el presidente no quiere comprometerse.Darlevueltas a la mesa de paz sin acuerdos como quiere el gobierno, con el papa o sin él, sería un engaño.

Recordemos el caso de Chile, cuando en 1988 se consultó mediante plebiscito cual sería la persona que debía ocupar el cargo de presidente de la República en el siguiente periodo gubernamental. Teniendo todo el poder Pinochet decidió contarse, y cuando ganó el NO negoció una transición favorable. Pinochet logró el control parcial del poder militar y del poder legislativo el 30 de julio de 1989, con el último plebiscito de la dictadura en el que fueron aprobadas las reformas convenidas entre la Concertación, Renovación Nacional y el gobierno.

Lo inteligente para Maduro sería identificar los signos de los tiempos, el cambio de circunstancias, lo inevitable, peroeste y su gobierno niegan la historia. La transición la puede plantear el presidente, con ello evitaría el epílogo del chavismo como lo peor que le pudo pasar a nuestro pueblo, que sobreviviera algo del socialismo del siglo XXI, y hasta algo dela idea de comunismo que nos quieren imponer; con lo cual mantendría laesperanza de volver a gobernar. Por lo que se ve Maduro es menos ingenioso que Pinochet.

Loshechos históricos a veces no atienden a la lógica. En 1810 el Cabildo de Caracas destituyó a Emparan para proteger los derechos de Fernando VII, y terminamos separados de España. En el presente protestamos por unas sentencias que desconocen las atribuciones constitucionales de la Asamblea Nacional, pero las exigencias han aumentado y seguirán aumentando en la medida que sigan los abusos, entre ellos los grupos paramilitares socialistas que atacan a los que marchamos.

La gente se dio cuenta de lo que se viene diciendo, que la dictadura se dirigea un totalitarismo; que la comunidad internacional acompaña a los demócratas venezolanos; que el hambre no perdona.

¿Qué nos viene? Más represión, más devaluación, inestabilidad social, mucho odio de parte del chavismo en contra de las marchas desarmadas; y como estadictadura no cumple su función de proteger a la población tendremos más muertos.

¿El gobierno va a caer? Ya cayó en las preferencias de los venezolanos y en la confianza que se puede depositar en un gobernante.Laconfianza es lo que apuntala a laautoridad, si pensamosque nos dirigeuna cuerda deladrones que no atienden las necesidades del pueblo eso los convierte en usurpadores.

Maduro esresponsable de lo que pasa y de lo que se deja de hacer, desde el hambre y la falta de medicinas hasta el desgobierno general que trae la inseguridad. Solo falta que el paísvislumbre que los militares son la sombra de todas las irregularidades; que están detrás de la explotación del arco minero y de la constitución de empresas mixtas petroleras para poder explotar el petróleo. Solo un acto de desprendimiento los podría redimir.

Para disminuir la conflictividad dela nación,como muestra de buena fe, sería suficiente con libertar a los presos políticos, devolverle las atribuciones a la Asamblea Nacional,y reactivar la economía para que tengamos alimentos y medicinas;con eso podemos sentarnos a dialogar;salvo que Maduro haya decidido amarrarse a la silla presidencial y seguir conduciendo hacia el abismo.

Pareciera que este irresponsable quisiera vernos en un infierno parecido a nuestra guerra de independencia, una guerra civil.

 

DC / Jesús Rangel Rachadell / Abogado – Profesor / @rangelrachadell

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