Ruddy Rodríguez: nadie tiene derecho a destruir a otra persona

 

El lunes Ruddy Rodríguez  sumó 50 primaveras, pero a pesar de que cumplía años, fue al evento de lanzamiento de la campaña Actívate por los valores de la Fundación Camino a la Felicidad, de la que es embajadora desde 2002. A la presentación llegó vestida de blanco y con una sonrisa a flor de piel. Bailó tambor con un integrante del grupo Mano e’ Tambor. Sin embargo, en más de una ocasión, la emoción le aguó los ojos y le quebró la voz, pero no lloró.

 

Cumplió con su intervención y luego atendió individualmente a los medios de comunicación que no sólo querían hablar sobre sus 30 años de vida artística, sino también sobre las acusaciones que por presunta estafa pesan sobre ella y sus socios Haik Gazarian y Edgard Meinhardt hechas por algunos trabajadores del filme El vuelo del turpial.

-¿Cuál es la situación actual de la película?

-Está parada en este momento, está en reestructuración. La empresa pagará las deudas que tiene que, ojo, inicialmente le debía a 120 empleados y ahora le debe nada más que a 23, y eso lo pagó hace muchísimo tiempo, sólo resta un porcentaje pequeño, pero cuando de verdad tenga los fondos, como cualquier empresa, se honrarán las deudas. Actualmente, los abogados que representan a la compañía tanto en Venezuela como en el exterior están realizando las conversaciones pertinentes.

-Siempre ha tenido altos niveles de aceptación, ¿cómo ha hecho para enfrentar la polémica en la que se ha visto envuelta durante el último año?

-Florece y prospera (cita el libro de Camino a la felicidad). Nada ni nadie tiene derecho a destruir a otra persona, a menos que tú lo permitas y siempre he trabajado por mí, por mi país, por lo que creo y seguiré haciendo lo mismo. Pa’ lante es de frente, pa’ atrás ni para agarrar impulso. Esto me ha servido de aprendizaje y me ha dado mucha más fuerza.

-¿Cuáles son sus metas para lo que resta de 2017?

-Hacer El vuelo del turpial o la que salga, bien sea como actriz o como productora. Yo he hecho mis propios calendarios, mis propios discos, produje Venezzia (2009) y quiero seguir adelante en esa área, así como también, actuando en teatro, cine y televisión. Lo que salga. Y ahorita, el 1° y 2 de abril volveré a montar en el Centro Cultural BOD la obra Una mujer con suerte.

-Representó a Venezuela en el Miss Mundo, es actriz, ha sido cantante, ¿cómo asume cumplir 50 años en un medio en el que es tan importante el físico y la edad?

-Me lo tomo con Frescolita. Yo estaba muy emocionada por cumplir 50 años, a cada rato decía:  «Ya voy a cumplir», «Me faltan tantos días», todavía no me ha pegado llegar a este número, no me ha pegado llegar a ninguna edad, ¿sabes? Porque mentalmente tengo otra edad y físicamente también. Y me siento con mucha energía. Estoy muy conectada con la niña que llevo dentro y no la voy a dejar morir, quiero seguir teniendo estas ganas de vivir, este empuje para salir adelante. No voy a permitir que mueran mis ilusiones, sueños y esperanzas. A mi niña interna la mantengo, la alimento, soy muy juguetona y mientras tenga la salud, lo demás lo hago yo.

-¿Tiene ahora una relación sentimental?

-No, estoy más sola que la una. No se ha dado y está bien, también lo acepto.

-¿Qué significa para usted participar en esta campaña y ser la embajadora de la Fundación Camino a la Felicidad?

-Una gran responsabilidad. Todos los venezolanos somos responsables de lo que nos está pasando y tenemos la responsabilidad de que las cosas mejoren, evolucionen. Tengo 15 años siendo embajadora del Camino de la Felicidad y esto para mí es un gran compromiso no solamente en Venezuela sino en otras partes del mundo. He tenido mucha aceptación en el campo artístico y en los medios y quise aportar mi grano de arena para que las futuras generaciones tengan un camino menos empedrado, menos difícil y en el libro que vamos a entregar a un millón de personas nos referimos a 21 preceptos que nos pueden ayudar a recordar quiénes somos y la fuerza que tenemos como seres humanos.

-Hay estudios que dicen que los venezolanos se debaten entre la tristeza y la rabia, ¿cómo se combate eso?

-Tenemos que sacar el empuje de donde no lo tenemos y el deber de ayudar a reconstruir Venezuela y recobrar nuestra felicidad. Florecer y prosperar. Es un derecho que nos pertenece y nada ni nadie nos lo puede quitar.

DC/EU

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