Los CLAP: Hambre de Corrupción. Por Joaquín Chaparro O. (@joaquinchaparro)

Los seres humanos debemos alimentarnos de manera adecuada para poder desarrollar todas nuestras potencialidades. La alimentación de un país, está muy ligada a la producción agrícola, ganadera y a la historia de nuestros pobladores ancestrales que convertían la naturaleza en fuente de alimentación. En nuestro país, en los  últimos 18 años, producto del aumento de  la renta petrolera, esta se convirtió en una fuente de importación de alimentos, en detrimento de nuestra producción nacional.

 

Hoy día esta dependencia se ha profundizado por el colapso de nuestra estructura agrícola y pecuaria, lo cual ha obligado al gobierno a importar alimentos producidos en Estados Unidos, empacados en México y distribuidos desde Panamá por una sola firma sin licitación alguna, sin controles técnico o sanitarios y avalados por el régimen con la excusa de abastecer a una ciudadanía que padece el flagelo del hambre. ‎ Ya no es el producto de la pobreza, sino la consecuencia directa del modelo económico socialista fracasado, ‎convertido en una megacorrupción que penetra hasta los tuétanos del régimen de Maduro, así como a gobernaciones, Alcaldías y consejos comunales rojos rojitos. Son cadenas perversas de complicidad bajo un juramento de votos de silencio gubernamental, donde campea el hambre, la desnutrición y la muerte.

 

Esta política de saqueo nacional del régimen, cuya ideología es la corrupción, a despilfarrado más de 990.000 mil millones de dólares, en actividades superfluas, en compra de armamentos, en comisiones, en francachelas, todo un derroche de recursos públicos que se han dilapidado en 18 años, es decir; la más grande corrupción del mundo.

 

Esta nueva “misión” socialista utilizada para la distribución de alimentos, se ha convertido en apenas un año, en una cuna de corrupción moral, política y económica  porque su distribución, no llega a todas las comunidades, los consejos comunales no las distribuyen completamente, la mitad de las cajas se quedan en manos de la corrupción comunal, que terrible daño se le ha hecho a las comunidades, que mal andamos cuando una bolsa Clap es el sueño de muchos ciudadanos, desamparos y abandonados a la buena de Dios…

 

Esta modalidad es política cubana para controlar y someter  a los venezolanos por el estómago, pero les quedará grande tal osadía. Muchos son los enchufados Maduristas que se han hecho multimillonarios producto del negocio de las importaciones  de alimentos‎ con dólares preferenciales a diez bolívares (Bs. 10). Ya es Vox populi («voz del pueblo» en latín) entre los zulianos, que en la Gobernación del Zulia funcionan presuntas mafias que atropellan a sus empleados, obreros, pensionados y jubilados que trafican con las “bolsas” de comida  y las famosas cajas de los “clap” cuyo modus operandi  es el de anunciar a última hora la venta de “bolsas” y ordenan a los interesados a depositar el dinero (Bs. 10.500, o 12.000) en la cuenta bancaria de un particular.

 

Les avisan improvisadamente, por eso muchos empleados que no tienen dinero en el momento, no hacen la transferencia, pero los encargados piden la cantidad completa. Le entregan una parte a los que pagaron con fallas de varios productos como la leche, azúcar, café, aceite, harina, arroz y espaguetis‎ y el resto las venden a comerciante en los mercados populares de la ciudad a un costo de Bs.  40.000. Los jubilados y pensionados los mantienen engañados. Se retiran  las bolsas o cajas completas de las nóminas y no se las entregan a nadie, y  los productos son vendidos en mercados públicos o avenidas de la ciudad por los bachaqueros, que se aprovechan de los ciudadanos, no es justo lo que se vive en el Zulia.

 

Exhorto al gobernador Francisco Javier Arias Cárdenas que no permita operar a estas mafias apadrinadas por gente de su Entorno. Investigue, Resuelva  y sancione a esos corruptos. Haga respetar el derecho de sus trabajadores.‎ El hambre ha crecido entre los venezolanos porque el 93%, de las familias no tienen como comprar comida, por lo que deben estar muy orgullosos los socialistas del XXI. Ahora, si esto sucede en apenas un año de los Clap, que nos espera para el futuro. Hambre y corrupción son insostenibles.

 

 

DC / Joaquín Chaparro / Ex Concejal de Maracaibo /  @joaquinchaparro

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