Cómo bañarte por la mañana puede salvarte del estrés

“Pipipipi-pipipipi-pipipipi”. ¿Ya son las 7? Sí, otra vez el despertador. Para arriba. El café, las tostadas. El tupper de la comida. Que no se te olvide la reunión de las 10. A ver si te da tiempo a cerrar el informe antes. Si no, ya tienes al jefe de morros toda la semana. Y por la tarde, a la compra, que se ha acabado la leche… ¿Pero cómo no vas a estar estresada? Bastante centrada estás. Y, ¿cómo combatir ese estrés que está acabando contigo? ¿Yoga, mindfullness, meditación…? Mucho más fácil.

Todos tenemos en nuestra mano luchar contra los nervios de forma sencilla, tan sólo siendo conscientes de que cada mañana podemos dedicar unos minutos a encontrarnos con nosotros mismos a través de la hidroterapia. Una hidroterapia casera, natural, pero bien hecha. Porque numerosos estudios han demostrado que la ducha matinal puede hacer mucho más por estabilizar nuestra ansiedad de lo que pensamos. ¿Te apetece empezar bien el día?.

Durante unos minutos, sólo existes tú. El agua recorre tu cuerpo mientras te enjabonas, y el rumor de las gotas salpicando contra la ducha es el único sonido que te acompaña. Aunque tienes dos opciones: la primera, lavarte rápidamente y salir apresurada para arrancar el día o, dos, ser consciente de que cinco minutos no van a ningún sitio y que te mereces un momento de desconexión. Centrarte en tu cuerpo y no en tu cerebro. Y hacerlo siguiendo la fórmula de los expertos de “Career Girl Daily”, la rutina de los 90 segundos. Sí, minuto y medio. Menos de lo que te cuesta escribir un mail.

Y es así de sencillo: después de haberte enjabonado todo tu cuerpo (que ya es, de por sí, bastante placentero), debes aclararte con agua fría durante 30 segundos. Da igual que sea invierno o verano. Después de ese medio minuto, debes subir la temperatura del agua y recuperarte bajo un potente chorro que inundará el baño de vapor, durante otros 30 segundos. Por último, exacto: otro medio minuto de agua heladora. Y para fuera.

¿Qué se logra con esta hidroterapia casera? Por un lado, y con el agua fría, estimular nuestra circulación sanguínea, lo que nos despertará y ayudará a que eliminemos con mayor facilidad las toxinas del cuerpo que se tornará, además, mucho más resistente frente a virus y bacterias. Por otro lado, con el agua caliente relajaremos nuestros músculos y liberaremos la tensión.

De esta forma, nuestra piel se mantendrá mucho más elástica y libre de células muertas y otros desechos. Nuestro sistema inmunológico quedará refortalecido gracias al contraste frío/calor, del mismo modo que nuestras defensas serán mucho más resistentes. El hecho de que nuestra circulación sea mejor también traerá consigo que nuestros procesos internos se realicen con mayor facilidad; el chorro de agua fría aumentará la frecuencia cardíaca y fortalecerá nuestros músculos, y el de agua caliente mejorará la circulación en general. Por otro lado, el agua helada ayudará a estimular nuestro sistema simpático, alejando la depresión y la ansiedad y luchando contra el estrés.

Y todo ello, encima, gratis y en sólo minuto y medio. Mucho menos tiempo del que has invertido en leer estos consejos. Si finlandeses, daneses y nórdicos en general disfrutan regularmente de sesiones de sauna en la que alteran la temperatura corporal y presumen de ser los ciudadanos más felices del mundo, tal vez haya que incorporar sus consejos a nuestras rutinas diarias. Y si la ducha es algo habitual… ¿por qué no tomarla de la mejor manera posible?.

DC|Cosmopolitan

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