La solidaridad nos salvará, por Jesús Rangel Rachadell (@rangelrachadell)

En esta crisis tan atroz que estamos viviendo todos tenemos la necesidad de compartir nuestras preocupaciones con nuestros semejantes. Las personas que pueden tener un pensamiento parecido están en la familia; a ella hay que recurrir para desahogarse.Sesupone que, si fueron criados unidos, si son contemporáneos, debieron compartir las mismas experiencias; sobre todo si vivieron la gran Venezuela, cuando no faltaban las medicinas ni los alimentos, en la que había otras carencias, pero en la que se podía vivir bastante bien en comparación a lo actual. La familia tiene la gran ventaja de que conoce su historia, nadie puede mentir ni reescribir sus vivencias, todos las saben, nadie se come los cuentos.

En esta época de carencias acudimos a la familia para el intercambio de productos, para que el tío busque las medicinas, para que el abuelo haga la cola o que el primo preste dinero; en el entendido que en algún momento se deberá arrimar el hombro apenas sea solicitada la ayudao sin solicitarse.Lasolidaridad fraterna no es solo ayudar, es retribuir y estar de primero cuando las circunstancias lo exigen.

Algunas de estas obligacionesde solidaridad son legales, están previstas en el Código Civil venezolano; al igual que todos los códigos de derecho continental contempla obligaciones en la familia: los cónyuges deben asistirse recíprocamente en la satisfacción de sus necesidades (art. 139); los padres deben mantener, educar e instruir a sus hijos menores (art. 282) (ratificada en la LOPNA); y si los padres han fallecido la obligación se transmite a los ascendientes, maternos y paternos, por orden de proximidad (art. 283); o la obligación de los hijos hacia los padres, y demás ascendientes maternos y paternos, de asistir y suministrarles alimentos, así como todo cuanto sea necesario para asegurarles mantenimiento, alojamiento, vestido, atención médica, medicamentos y condiciones de vida adecuados para su edad y salud (art. 284); conrespecto al hermano o hermana, sólo comprende la prestación de los alimentos indispensables para asegurarles el sustento, vestido y habitación (art. 284). El Estado tiene la obligación de tutela sobre los menores abandonados (art. 318), siendo el abandonoun delito castigado con prisión. Y esto se complementa con la obligación de ayudar a toda persona herida o en una situación peligrosa, siempre que no lo exponga a un peligro personal (art. 438 del Código Penal).

No se olviden de sus amigos, nadie es tan malo que no tenga un amigo; ellostambién son llamados a prestar ayuda o a ser ayudados. Mantenerse en contacto sirve para informar de lo que han hecho o para enterarse de las soluciones que los demás están utilizando para resolver los problemas que ha generado el socialismo del siglo XXI; de los precios o lugares en los que se están mercadeando los productos supuestamente regulados por distintos ministerios, al que ningún bachaquero le teme; y de las expectativas de empleo o los trabajos que tienen sus conocidosen el exterior.

El actual gobierno venezolano esel típico “Estado depredador”;que de manera mafiosa rompe las reglas a su conveniencia;manipula la justicia; reparte beneficios a sus ministros;que ha creado una familia cerrada en la que administran el poder con la excusa del bien común, cuando lo que vemos en la ciudad es miseria. Este “Estado evanescente”, que se esfuma, que está ausente, existe formalmente para reprimir, pero no existe para organizar a la colectividad, la justicia, la seguridad, la salud, la economía y tantas otras responsabilidades. Ante esta manera de gobernar estamos indefensos.

Tome el teléfono, asista a su culto religioso, a la plaza, al parque, al centro comercial;reúnase, hable y escuche; solo así podrá vivir en sociedad. ¿No marchó? No se preocupe, siempre habrá otra oportunidad.Nose quede en su casa si percibe la realidad de modo diferente a como la hace figurarel gobierno.Sise indigna, si se encoleriza con las actuaciones del poder y tiende a dudar que haya otras personas, o por lo menos las suficientes, que se molesten como usted, salga a la calle y acompañe a la oposición.

Elautoritarismo nos quiere divididos, sin amistades, que no nos incorporemos a las grandes ideas de cambio que necesita nuestro país; que mediante el voto no consigamos expresar nuestras ideas.No podremos sobrevivir separados.

Los seres humanos estamos hechos para vivir en sociedad, y debemos cumplir con el mandato divino de amarnos los unos a los otros (Juan 13, 34-35), por ello es obligatoria la solidaridad, el ayudarse los unos a otros es una muestra de amor.

 

DC / Jesús Rangel Rachadell / Abogado – Profesor / @rangelrachadell

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...