El legado Barac, por Luis Acosta

Cerró sus dos períodos y 8 años con el 54% de popularidad en todos los Estados Unidos. Es decir, de cada 100 norteños, 54 reconocen su talento y su obra, y así tenía que ser. Obama sacó la banca hipotecaria de la bancarrota y devolvió a la sociedad los valores que habían pagado por sus casas y apartamentos que constituyen su patrimonio familiar. Con eso revivió el sentido de pertenencia que todos  dieron por perdido. Igualmente, con el Obamacare incluyó 20 millones de personas en el sistema de salud de los 60 millones que estaban excluidos.

Obama, nacido en Hawái, llegó a Chicago, su ciudad adoptiva, a montar su bufete de servicios más que de negocios y se fajó con su vida austera a hacer política. Estudioso y, por demás, simpático y agradable, tomó en serio su carrera y para eso constituyó una familia de un mismo pelo y un solo frente para llegar a la Presidencia de los Estados Unidos.

Cuando recibió la banda Presidencial en el año 2008, Estados Unidos se encontraba muy comprometido y debilitado en su función rectoral, política y económica, tanto por el comportamiento de su producción como por la vida financiera. En efecto, la banca hipotecaria, el desarrollo hipotecario y la situación de los trabajadores de la construcción se vinieron a menos. La fabricación de viviendas se encontraba parada, quebrada y sin recursos. Pero el Presidente Obama manejó las dificultades con extrema prudencia y paciencia. Laboró con ahínco dando ejemplos para traer de nuevo la confianza, sin caer en ningún tipo de alcahueterías financieras de las que habían socavado la banca del país.

Ahora bien, como director de las finanzas públicas y vigilante de las privadas, extirpó con bisturí virtuoso los factores extraños y dio cabida a una vigorosa gestión de tal forma que, al final de su primer período, ya las cosas en general volvían a sus normativas, el desempleo tomó su descanso y los trabajadores consiguieron tareas, tanto que se presume que al terminar el ejercicio 2016 el desempleo registra una tasa del 4.5%, entre las más bajas del mundo.

Por otro lado, la deuda internacional de USA no ha bajado pero sí lo ha hecho la presión económica y financiera. Los niveles del creer han vuelto a crecer y la velocidad del crédito y las ofertas es normal. Así, el 31/12/16, trescientos mil nuevos empleos calificados se expresan en las estadísticas. Pero lo más estupendo, valioso, sustantivo e importante, para el Presidente y el país, es haber roto el maleficio mediante el cual un hombre de color no podía ser Presidente, criterio que se repitió durante años históricos de la república. En este sentido, nadie pensó que un negrito flaco, de 1.90 metros de estatura, de sonrisa franca y armoniosa; de pelo plateado apurado, de silueta cabizbaja, sin tez musiú y de porte modesto fuera capaz de vencer en limpias contiendas políticas, y en repetidas ocasiones, para llegar al Congreso, a todo trigueño o blanco coterráneo o no que se le opusiera. Poco a poco fue imponiendo su verbo delicado y de contenido filosófico, virtuoso de la arenga y la jerga pública; de guapa, elevada presencia y de un sentido del humor especial y fino con preparación de estadista y universitaria. El fue capaz de devolver a su país de origen a 2 millones de indocumentados cuyos procesos manejo con delicadeza y seriedad en lo legal y en lo propio.

¡Por eso, al Presidente Obama, también vencedor de Osama Bi Laden, lo especial e integral lo hace incomparable. Así está dicho!

 

DC / Luis Acosta / Artículista

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