Abandono: Ausencia de responsabilidad, por Marlon S Jiménez García 

La AN, en uso de sus atribuciones constitucionales aplicó el Art. 233 de la CN el cual establece las causales de falta absoluta del Presidente de la República, las cuales son: ´´la muerte, su renuncia, la destitución decretada por sentencia del TSJ, la incapacidad física o mental permanente certificada por una junta médica designada por el TSJ, el ABANDONO DE CARGO, declarado éste por la AN, así como la revocatoria popular de su mandato´´. La AN, en vista de las trabas fraudulentas realizada por el régimen para impedir el RR el año pasado; optó por el ´´abandono de cargo´´ establecido en el artículo precitado. Este aspecto es de importancia suprema para la sociedad venezolana, porque está relacionada, inequívocamente, con las carencias manifiestas sufridas por la población (muerte, hambre, miseria, crecimiento de la corrupción y narcotráfico del régimen, inseguridad, desempleo, inflación, etc) durante la presencia comunista en el poder, pero radicalizadas en los últimos años; éstas obedecen a un abandono o falta de responsabilidad de quien ocupa el cargo de Presidente de la República. La CN es determinante y su interpretación está por encima de ideologías y de relaciones de poder; su no cumplimiento deviene en sanciones penales, multas y en destitución funcionarial.

Abandono de cargo, no es otra cosa, que: el engendro heredero abandonó sus funciones constitucionales y se dedicó a combatir como enemigos a empresarios, trabajadores, clase media, estudiantes, universidades y todo aquello que represente fuerza opositora. Según la RAE, abandono es: acción y efecto de abandonar y abandonarse en sus responsabilidades. En lo Psicológico, toda ruptura o debilitamiento de lazos afectivos entre individuos puede sentirse como abandono, con la consiguiente desvalorización, ante la que se puede reaccionar con postración o agresividad; en lo Familiar, incurre en responsabilidad penal quien deja de cumplir, pudiendo hacerlo, los deberes inherentes a la patria potestad, la tutela o el matrimonio, bien por abandonar maliciosamente el domicilio familiar o por causa de su conducta desordenada; en Funciones Públicas, incurre en responsabilidades penales el funcionario público que abandona su destino sin la renuncia al cargo correspondiente, la pena es su destitución inmediata y la inhabilitación especial por los daños causados.

El abandono implica que otro individuo puede sufrir daño como consecuencia de tal acto de abandono y por tanto la situación debe ser resuelta de manera legal o judicial. El abandono es ausencia de responsabilidad. Desde el punto de vista filosófico, se dice de una persona que es responsable cuando está obligada a responder de sus propios actos y también por los efectos queridos por tales actos; se es responsable por el mal causado, cuando se ha querido el mal y también es responsable por tal mal aunque no se haya intentado producirlo; es decir, que hay responsabilidad inclusive cuando, previéndose el mal, no se manifiesta decidida oposición a el. La responsabilidad es de carácter personal. Según Levy-Bruhl, la responsabilidad queda precisada aun cuando no puede decirse que sea muy pura, ya que está ligada a la idea del castigo.

´´El sentimiento de responsabilidad es un sentimiento personal, que compromete a cada persona y le hace comprender que no puede simplemente ¡abandonarse! a sus conveniencias individuales´´. J.P. Sartre, dijo: la responsabilidad de la persona (o del ´´para si´´) es de tal modo total que resulta abrumadora: ´´el para si´´ lleva el mundo entero sobre sus hombros, y no es solamente responsable, sino que (lo mismo ocurre con la libertad) está condenarlo a serlo.

Esta decisión de la AN es paradigmática y mucho más cuando se colocó justamente al deseo ilegítimo del TSJ de separar a los diputados electos de Amazonas; quedan sin argumentos y están demostrando, lo que es público y notorio, que mantienen en el poder al engendro y a la cofradía de forajidos que le acompaña. Al pueblo mayoritario (90%) solo le queda salir a la calle para obligarlos a cumplir con la CN. A quienes critican a la AN por su decisión deben entender que le están haciendo el juego al régimen; romper la Unidad de la MUD es un juego peligroso e indeseable en el rescate de la democracia y de las libertades ciudadanas. El TSJ no puede estar por encima de la voluntad popular.

 

DC / Prof. Marlon S Jiménez García / Profesor Universitario / Marjimgar54@hotmail.com

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