Moneda destruida, por Freddy Paz (@freddyspaz)

Como si fueran pocas las penurias que vivimos los venezolanos por estas fechas, debemos ahora sumarle lo que pareciera ser la irremediable destrucción de nuestro signo monetario.

No muy buenos presagios traia aquella «reconversión monetaria» de nuestra moneda nacional por el llamado «Bolivar fuerte» de la revolución por allá por enero del 2008.

En aquel entonces por la vía de decreto presidencial se le quitaron tres ceros a la unidad monetaria, creando el debilitado Bolivar fuerte que circula hoy en nuestras manos y que según el Ministro de Finanzas para la epoca, Rodrigo Cabeza se  buscaba «ganar la batalla por la estabilidad de precios».

Ya para aquellos años se manejaba una tasa de inflación que rondaba el 17% y era ya la mas alta de la región. Lo único cierto es que según cifras de FMI Venezuela podria cerrar el año 2016 con mas de 500% de inflación y una contracción económica de -8% lo cual deja en evidencia el fracaso del modelo de controles de la economía nacional y con una alarmante predicción para el 2017, la inflación podria llegar a a superar el 30% mensual en los primeros meses del año entrante.

Pero lo único que hizo la reconversión monetaria fue quitarle tres ceros al Bolivar. Es decir un dolar en el mercado negro hoy cuesta mas de 4.000.000,00 (así, cuatro millones) de los bolívares de antes. Cuando Nicolás Maduro llego a Miraflores el dolar se cotizaba cerca de 25 bolivares fuertes, o lo que es igual a 25.000,00 de los bolívares de antes.

Ademas con la aparición de los billetes de nueva denominación, los venezolanos nos estamos actualizando a la verdadera situación inflacionaria del país, que los expertos estiman que podria ser de aproximadamente un 16.000 por ciento en estos ultimos 8 años desde que el Bolívar fuerte entró en circulación.

Para tener una pequeña idea de lo que pasa y de lo que está por venir, el nuevo billete de 20.000,00 bolívares fuertes equivale a 20.000.000,00 de los antiguos bolivares lo que prácticamente es poco menos que el salario mínimo de un trabajador. En el año 2000 con esos 20.000 bolívares fuertes se podían comprar diez apartamentos de 70 m2 en cualquier urbanización de clase media.

La situación del venezolano pareciera ir en caída libre. No hay voluntad de rectificación por parte de un Gobierno que es cada día más sordo y ciego ante las necesidades del pueblo y que sólo pareciera tener voz para seguir haciéndose escuchar por la vía del engaño, las promesas, las descalificaciones y el discurso divisionista y beligerante con el solo proposito de aferrarse al poder indefinidamente.

 

DC / Freddy Paz / Diputado AN / @freddyspaz

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