¡Felices Pascuas y Prospero Año 2017! Por Luis Acosta

Hoy estamos a pocos días del 24 de diciembre del año 2016. Ha sido un año difícil, llenos de vicios y problemas políticos pero Venezuela es un pueblo duro y mezclado. En efecto, en Maracaibo tenemos unos cuantos cientos de colombianos pero también de muchas otras naciones que igual escogieron Venezuela como su país.

Así, hemos involucrado a muchos foráneos y vecinos en nuestra circunstancia, hemos compartido con ellos la familia, el trabajo, los negocios, la vida, los éxitos y los fracasos. Por cierto, en este sentido no podemos obviar los cruces de nuestros comunes hijos. La lealtad familiar entre las parejas y el disfrute de tantas convivencias que muchas veces se intimidan tanto que los miembros terminan creyendo que somos un solo núcleo familiar.

Por otro lado, no hemos estado equivocados los venezolanos cuando nos acostumbramos a estos manejos de amistad tan de cerca y de respeto mutuo. En efecto, se vendían como una fuerza que teníamos encima y que regularmente iban a llegar. Desde luego, ha sido la transformación de lejanía en cercanía brotada de la cibernética y de esas conformaciones de uniones y voluntades, fortuitas y familiares, las que terminaron imponiéndose y estableciendo la dinámica de la globalización que todos esperábamos pero que nadie creyó que era, y venia veloz como un rayo, su aparición y presencia.

Todo esto nos obliga a pensar más y mejor en este fenómeno que ningún hombre o país buscó pero que todos precisamos e insinuamos con nuestra conducta aceptadora, para un darle la bienvenida que nos guste o no siempre nos arropa, peor aún, sin quererlo que sería lo rápido y molestoso de tan galopante llegada.

Así pues, tenemos que cambiar rápidamente nuestro patrón de vida, ideas y trabajo. Hacerlo más eficiente y seguro; mas ahorrativo que nunca y rendidor en los resultados para poder desarrollarnos con calidad de vida. Por otro lado, vendrán épocas no fáciles donde crecerán las mancomunidades no solo de comportamiento colectivo sino de producción con globalidad que impulsará la conformación de búsquedas compatibles entre pocos y muchos y los diseños de negocios, unidos o separados, serán más ágiles y creativos como los “nosotros tenemos la idea, pon tu el dinero”. O igualdad de quehaceres y/o producción dirigida a la venta de bienes y servicios a personas naturales, entes, comerciantes y países que los necesiten y estén dispuestos a su financiamiento o a arreglos de conveniencias mutuas.

En fin, no tengamos miedo a la globalización porque es un hecho y derecho del hombre libre. El hombre de mundo es más comprometido y preparado intelectualmente que el ciudadano de a pie, marginal o marginado. Entonces, tenemos forzosamente que aprender de ellos porque la velocidad tiene mucho que ver con la conquista de la luna, lo será igualmente en Marte y Neptuno. En fin, lo seguro es que nadie puede con el atrevimiento y la inteligencia del hombre sobre todo cuando trae consigo el consentimiento de Dios.

¡Felicidades para todos en el Año 2017 venidero!

DC / Luis Acosta / Artículista