Quesillo de coco para endulzar tu paladar

Un postre delicioso que como explican sus autores, es ideal para endulzarse la vida. El flan o quesillo de coco es fácil de hacer, conviene prepararlo de un día para otro y con calma, la cocción necesita su tiempo y el reposo hará que la degustación sea exquisita.

Ingredientes para el quesillo de coco 

1 lata de leche condensada (de 397 gramos), 397 gramos de leche entera (equivalente a la medida de la lata de leche condensada), 5 huevos enteros, 1 sobre de azúcar de vainilla o 1 cucharadita de esencia de vainilla, 6 cucharadas de coco rallado.

Para el caramelo líquido

1 taza de azúcar blanca, ½ taza de agua.
Elaboración

Preparación del caramelo líquido: Mucho cuidado al trabajar con caramelo líquido. Ten presente que hacer caramelo líquido es un proceso un tanto peligroso, puede llegar a tener temperaturas de hasta 200˚C / 400˚F, por lo que las quemaduras pueden ser muy graves, ya que el caramelo caliente se queda pegado a la piel. Así que vamos a estar 100% pendientes y atentos a la hora de prepararlo. Nunca se te ocurra probarlo sino está bien, bien frío.

Introduce el azúcar blanca y el agua en un envase refractario. Cocina a fuego medio sin remover. Verás que el caramelo comienza a hervir con intensidad y su color comienza a cambiar poco a poco a un tono dorado claro. Comenzará a tomar un color “caramelo”. Es tiempo de apartarlo del fuego. Distribuye el caramelo aún caliente con mucho cuidado y de manera uniforme por las paredes de tus ramequines. Deja que se enfríe el caramelo en un lugar seguro.

Preparación de la mezcla para el quesillo de coco: Precalienta el horno a 200˚C / 400˚F. En el vaso de una licuadora introduce el contenido de la lata de la leche condensada, la medida de leche equivalente a la lata de leche condensada y licúa. Ve añadiendo los huevos enteros uno a uno sin parar de licuar. Añade el azúcar de vainilla, luego agrega el coco rallado y apaga la licuadora.

Vierte la mezcla en los ramequines con el caramelo ya frío. Introduce los ramequines en un molde refractario grande y agrega el agua para hornearlos al baño María. Cubre el molde con papel aluminio y hornea durante 50-60 minutos. Verás como el coco rallado sube a la superficie durante la cocción. Cinco minutos antes del tiempo retira el papel aluminio para que se tueste el coco y obtenga un color dorado intenso. Un cuchillo o palito de madera limpio indica que tu quesillo está listo.

Retira el quesillo del horno e inmediatamente pasa un cuchillo por las paredes de los ramequines. Esto evitará que el quesillo se parta y agriete en los bordes al enfriarse. Deja enfriar muy bien antes de meterlo en el frigorífico. El quesillo de coco quedará más rico si lo preparas de un día para otro.

Antes de servirlo, desmóldalo con mucho cuidado en un plato llano o una bandeja igual que si fuera una torta.
Sírvelo y deléitate con su sabor especial. Esperamos lo disfrutes.

Buen provecho.

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