Infarto político, por Jesús Castillo Molleda (@castillomolleda)

Se conoce como infarto a la obstrucción de los tejidos que forman un órgano; conduce a la muerte o necrosis de los tejidos si no se toman las prevenciones para evitarlo. La incertidumbre que se vive actualmente en Venezuela tiene a más de uno a punto de sufrir un infarto, los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática decidieron después del impase interno provocado por la falta de comunicación arreciar sus acciones manteniendo viva la calle durante los días planificados para el firmazo con la toma de Venezuela, paro cívico de 12 horas, sesiones permanentes en la Asamblea Nacional, llamado de comparecencia del Presidente de la República al parlamento, asistir a la mesa de diálogo entre gobierno e iglesia, convocar a la toma de Miraflores y seguir haciendo encuentros en las diferentes capitales del país como medidas de presión para que el gobierno ceda el espacio al llamado de referéndum, renuncia al cargo presidencial, convocar a elecciones generales en todos los cargos de elección popular, respeto a las instituciones, atender el problema de la frágil economía, abastecimiento, seguridad. Pero hoy en día, la M.U.D. necesita presentarle a sus seguidores resultados favorables a las acciones emprendidas.

Por su parte, el gobierno mantiene su estrategia de usar las instituciones para vencer todos los focos de amenazas de convocatorias a procesos de elecciones, antejuicio de mérito presidencial, desacato, nacionalidad, aprobación del presupuesto, utilizados por diputados opositores de la Asamblea Nacional para atacar directamente la estabilidad de la figura presidencial. Mientras todo esto ocurre el ciudadano siente que sus posibilidades de progreso, mejor calidad de vida se alejan cada día más en una economía dibujada por una estanflación (estancamiento con inflación). El éxodo de venezolanos a otros países es tan desesperado que para llegar a Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, emprenden cruzadas por tierra en autobús hasta de 8 días desde Venezuela, al igual que para ir a las islas del caribe lo hacen en embarcaciones no aptas para el transporte de personas, lo que indica que vale la pena cualquier sacrificio por intentar vivir mejor.

Los grados de conflictividad entre los voceros políticos se encuentran encendidos lo que dificulta los esfuerzos por lograr puntos de encuentro para un diálogo con respeto, amenazando acuerdos futuros en temas como los presos políticos, respeto a la autonomía de poderes, amenazas a gobernadores y alcaldes de oposición en caso de firmar o no el presupuesto nacional, elecciones a gobernadores y alcaldes, apoyo a la producción nacional, entre otros aspectos a considerar.

Diversos analistas y políticos afirman que el gobierno del Presidente Maduro está a punto de colapsar y es imposible que logre sobrevivir al descalabro político y económico presente; mientras que otros analistas coinciden en que el gobierno está muy mal pero no caído, que todavía tiene elementos para mantenerse en el poder, solo que si no logra estabilidad económica se encontrará con un alto riesgo de explosión social. Por su parte, el anuncio del nuevo incremento del salario mínimo trajo tristeza porque en Venezuela no hay salario que soporte el nivel de gasto familiar. La M.U.D. debe considerar mejor las acciones a tomar, no puede permitirse agendar acciones como las del llamado al paro cívico que no tuvo los resultados esperados, ya que lo mismo podría pasar con la convocatoria al Palacio de Miraflores para el jueves 3 de noviembre de 2016, cuando el P.S.U.V. y aliados también convocaron una concentración el mismo día con el mismo destino, lo que los obliga a reconsiderar la actividad, porque no se trata de medir valientes o cobardes debido a que en las confrontaciones no siempre gana el que tenga más tropas hay veces que gana el que tenga mejor táctica y estrategia, así que para ir a un territorio dominado por mucho tiempo por el adversario hay que ser más racional que emocional. A solo dos meses de terminar el año 2016 los pronósticos son poco alentadores en que la situación mejore, lo que implica que el gobierno de no rectificar seguirá con un alto riesgo de sufrir un infarto fulminante. Como lo dijo el médico cardiólogo Efraín Valdano “No hay algo más mortal para un paciente que está sufriendo un infarto que pretenda salvarse con la toma de un analgésico”.

 

DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Politólogo, Profesor, Emprendedor, Locutor / articulosjesuscastillo@gmail.com / @castillomolleda

 

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