Filosofando ando, por Golfredo Dávila (@golfredodavila)

La gente en su vivir y convivir profundiza sobre los graves problemas de la humanidad, buscando conocer de dónde venimos y hacia dónde vamos; ¿de qué supermercado vienes? ¿Dónde conseguiste harina? ¿Había mucha gente en la cola? ¿A qué precio está el arroz y el azúcar? Hace chistes sobre la dieta de Maduro o sobre la filosofía del poder, es decir ¿cuánto se habrán robado los que arruinaron al país?

 

Entre ese andar y los asuntos domésticos, transcurre la vida. Se fue la luz, no hay agua, se acabó el gas, los hijos se van al colegio sin desayuno, sin útiles escolares, ni uniforme, porque el pírrico salario no alcanza. Murió el niñito de María y el viejito de la esquina, por falta de medicinas; mataron al hijo de fulana, atracaron a mengana y saquearon anoche la casa de zutano; la ciudad llena de basura, ya no se puede caminar en ella y, el transporte público destartalado.

 

Ese vivir incluye las instituciones públicas, inertes y carcomidas por la corrupción. La intelectualidad impotente, al ver ignorados sus aportes. Asimismo, las universidades, centro del saber, el conocimiento, la investigación, la ciencia y las artes, y cuyos propósitos son buscar la verdad y coadyuvar con el desarrollo nacional, están encerradas en cuatro paredes, improductivas, estancadas y debilitadas por los maltratos asestados por quienes dicen defender la patria.

 

Cómo entender a quienes esgrimen “tenemos patria”. Puro simbolismo y abstracción. Mientras los voceros del régimen vociferan sobre la patria, la colman de miseria, la hieren, le bajan la autoestima y la dejan moribunda; en su andar anti patriótico, se han robado nuestras riquezas y han inoculado la cultura de la violencia en la sociedad, en la lucha por sobrevivir, crecen los perjuicios de unos contra otros.

 

No hay lugar para filosofar, el tiempo para la reflexión, para proyectar el futuro o producir ideas para mejorar la convivencia ciudadana, está siendo opacado por este ambiente inhóspito. Además, la gente en su claro juicio, coloca el hambre como su prioridad. Sin embargo, las sociedades se crecen en las crisis, hay que innovar antes que sucumbir al atraso. No dejemos que se roben el sueño de lograr una patria vivaz, donde haya armonía, calidad de vida, cooperación, solidaridad y respeto.

 

El revocatorio es hoy nuestro principal instrumento para el cambio político, él representa una válvula de escape y una vía para salir de este martirio. Pero no es el todo, la  clave para lograr un mejor país está en la organización y participación ciudadana. Es decir, no dejar que otros decidan por nosotros, ni sólo expectantes de quienes desde el poder disfrutan las riquezas producidas por todos, por el contrario, hay que promover ciudadanos empoderados, convertir las instituciones públicas en instrumentos al servicio de la gente y facilitadoras de los procesos de cambio y lograr una patria donde compartamos la siembra y la cosecha.

 

DC / Ing. Golfredo Dávila / Secretario General de Vanguardia Popular en el Zulia / @golfredodavila

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