Caso Colombia: Consideraciones generales, por José Pons B. (@joseponsb)

Afirmar que no gano nadie con tales resultados es entender que la óptica con la que se está percibiendo tal fenómeno no se ajusta a una realidad que soporta en sus hombros las angustias de una región sumergida en un caos político, con el mismo origen común: Cuba. Lo cual indica que la sociedades están determinando que todo lo que sucede y sucederá en Latinoamérica vendrá estipulado con la salida progresiva de esta gente y la reconversión política de los estamentos políticos que andan de espalda a los ciudadanos del continente.

 

La presencia de una polarización en ese País, ofrece las pinceladas de lo que se presenta en otros países hermanos. El caso de  Venezuela no escapa de esa situación, lo cual nos conlleva a entender que es un fenómeno que se mantendrá, aunque no sea el camino que resuelva la crisis. Pero, seguramente la encaminara por la existencia de líderes inteligentes que demuestren firmeza en sus principios. Por lo tanto, los cambios vendrán con justicia y solidaridad con el pueblo Colombiano y así con Venezuela en su momento.

 

La presencia de una dirigencia política de sectores opuestos, permiten que parte de la población determine su actuación, mas por razonamiento que por lo emocional, siendo este ultimo el factor tomado en cuenta ciegamente por los sectores oficialistas de Santos y los laboratorios políticos del G-2 cubano para aspirar lograr un triunfo y lograr la penetración final dentro de la sociedad colombiana. Percibo en este tema, que las ciudades más importantes, razonaron los antecedentes y los riesgos de este ofrecimiento de Paz, decidida por una minoría muy selecta y comprometida entre las partes.

 

El país como la región, no están interpretando bien a los ciudadanos. La Justicia con impunidad no cabe en estas generaciones, la gracia del perdón, no se otorga a quien no la pide y los muertos de tantos años tienen sus dolientes. Estas verdades polarizaron una decisión que “pintaba” desde su origen, ficticia y sin valor moral. He allí, que no es una situación personal de Juan M. Santos o de Álvaro Uribe, fue un determinante por las formas burdas que se pretendieron establecer desde su origen y que las sociedades modernas, hoy no las admiten.

 

La vinculación de SI con las realidades venezolanas, no fueron resultados de un manejo fortuito, es el resultado del “empastelamiento brutal” de los socios del club denominado Socialismo del siglo XXI; sea Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, entre otros. Hacen que el análisis que se imponga, es el temor de este tipo de Estado, que lo único que trae es miseria a los pueblos. Como se puede pretender una campaña a favor del SI con la tragedia en que se vive en la región con estos señores. Hoy no hay fronteras entre los pueblos, esto determina en gran parte el rechazo.

 

Finalmente, es contundente, como público y notorio que Venezuela marca la pauta de lo que no debe ser. Todo aquello que vincule a estos forajidos de la política en el continente, concebirá automáticamente una polarización, como un rechazo a todo los que pueda traslucir socialismo o comunismo al mismo estilo del difunto o de los Castro de Cuba. Por lo cual, es la dirección en la cual deberemos surcar para así, defender los valores de la democracia y las libertades.

 

 

DC / Dr. José Pons B / Movimiento de Ascenso Social / @joseponsb

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