¨Elecciones en Estados Unidos¨ Por Asnaldo Soto (@econsinsecretos)

El próximo 8 de noviembre, más de 100 millones de estadounidenses están llamados a acudir a las urnas para elegir al cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de América.

La carrera hacia la Casa Blanca se encuentra en la recta final, y el favoritismo según las encuestas se inclina en primer lugar hacia la representante del partido Demócrata Hillary Clinton (48%) seguida por el empresario Donald Trump (37%) representante del partido Republicano.

Es necesario destacar, que tanto Clinton como Trump, son los dos candidatos más impopulares y con los más altos niveles de rechazo de la historia de los Estados Unidos, según el portal de análisis político FiveThirtyEigth.

Ambos contendores tienen una mala imagen entre la mayoría de los votantes norteamericanos. A pesar del hándicap de ambos, uno de ellos será el ganador y será el responsable de gobernar la nación más poderosa en lo: económico, político, científico, militar y tecnológico del mundo.

Por tal motivo y dada la importancia de la misma, la elección del presidente de esta gran potencia, tendrá repercusiones en el mundo entero.

La pugna electoral entre los dos principales candidatos, se asemeja a una vulgar pelea callejera, donde se sacan a la luz los trapos sucios que hacen deslucir la carrera presidencial camino a la Casa Blanca.

Esta particular característica de las contiendas electorales en los Estados Unidos,  han sido recurrentes a lo largo de su historia. Basta recordar el caso Watergate (17 de junio de 1972) fecha en que estalló uno de los casos más resonantes de los Estados Unidos.

El edificio Watergate era la sede donde funcionaba el partido Demócrata. En la madrugada de ese día, cinco hombres fueron detenidos mientras trataban de instalar equipos electrónicos de espionaje.

Este alboroto provocó la única dimisión en la historia de un presidente de Estados Unidos y también acabó con la carrera política de Richard Nixón.

Da la impresión que la política en los Estados Unidos es muy pragmática. En las campañas electorales ¨el fin justifica los medios¨, significa que cuando el objetivo final es importante ( en este caso el poder político) cualquier medio para lograrlo es válido. La frase es atribuida al filósofo político italiano Nicolás  Maquiavelo, aunque en realidad la frase la escribió Napoleón Bonaparte en la última página del libro ¨El Príncipe¨ de Nicolás Maquiavelo.

Debo admitir, que por primera vez observo tan de cerca una campaña electoral en los  Estados Unidos y me decepciona su baja calidad, su pobreza intelectual, carente de ideas, propuestas y sin contenido programático.

La guerra sucia se apoderó de la campaña electoral, lo que más se destaca es lo desafortunado. Cada candidato trata de capitalizar lo negativo de su adversario. Un ejemplo de ello es la duda sobre la honestidad, doble moral y la transparencia de Hillary Clinton o las denuncias de acoso sexual que pesan sobre Donald Trump, los comentarios denigrantes sobre las mujeres, el origen dudoso de su riqueza, la evasión de impuestos, los miles de casos judiciales que están en curso en las distintas cortes federales de los Estados Unidos, sus posiciones xenofóbicas en contra de musulmanes e inmigrantes mexicanos y un largo etcétera de amenazas y de acusaciones personales.

La campaña que ya se encuentra en su fase final, no ha llenado las expectativas de un pueblo decepcionado de sus gobernantes y de toda su dirigencia política.

Tanto Donald Trump como Hillary Clinton representan la mejor muestra de crisis de liderazgo político que existe en el país. El primero es percibido como expresión de la anti política y su controversial estilo no guarda afinidad en sus principios y valores con el partido Republicano que fundó Abraham Lincoln y que tiene al borde de su división. Mientras que Hillary Clinton es la expresión del establishment, de escasa credibilidad por su desempeño en su larga trayectoria política, sin carisma en su personalidad, lo que ha obligado a su Comando de Campaña a incorporar al mismísimo Presidente Obama y a su esposa Michelle como portaaviones para captar el mayor número de simpatizantes entre los electores norteamericanos.

En mi opinión, creo que los dos aspirantes a la Casa Blanca han perdido una gran oportunidad ante sus electores. La campaña que han desarrollado no se corresponde con la grandeza y supremacía de este país, que a pesar  de su jerarquía es una nación llena de contradicciones, con grandes desigualdades económicas y sociales.

Sin embargo, seguimos con la esperanza de que el que salga favorecido el próximo 8 de noviembre, nos haga olvidar esta recia y nauseabunda campaña electoral y se dedique a resolver lo que más preocupa a los estadounidense como son: el crecimiento económico; la generación de nuevos puestos de trabajo; el acceso a las universidades; el acceso a la salud; el racismo; la violencia; controlar el uso desmedido de armas de fuego; el tema universal de la preservación del medio ambiente; el terrorismo y un largo etcétera.

Para concluir, son numerosos los retos y desafíos que tendrá que enfrentar el próximo presidente de los Estados Unidos a partir del 20 de Enero del 2017 fecha elegida para investir al presidente tras la celebración de las elecciones de Estados Unidos.

Solo nos queda por decir: God Bless América.

 

DC / Econ. Asnaldo Soto / asnaldosoto@gmail.com / @econsinsecretos / www.economiasinsecretos.com

 

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