La Curva, Libertador y Km4: tres caras del caos

Congestionamiento vehicular, desorganización comercial, inseguridad, basura, caos peatonal, huecos, drenajes tapados, aceras y brocales destruidos. Esta es parte de la lista de problemas que encierran día a día las tres zonas comerciales más populares de Maracaibo: La Curva de Molina, al oeste de la capital zuliana; el kilómetro 4, zona limítrofre con San Francisco, y la avenida Libertador, en pleno casco central marabino.

Estos espacios que albergan comercios formales, pero mucho más trabajadores de la economía informal, traen consigo un completo caos en dichas áreas geográficas. “Ir a comprar en La Libertador es un riesgo, porque no tienes aceras por donde caminar, y tienes que hacerlo por la calle que está repleta de basura y el transporte público que hace sus paradas donde sea. Además, en cualquier momento te roban y ni cuenta te das”, enfatizó Mercedes Hernández, marabina.

El sociólogo Gustavo Chourio señaló que Maracaibo tiene la particularidad de no poseer un solo centro, es decir, es policéntrica. Su crecimiento la convirtió en una urbe “multicéntrica”.

Hay tres centros definidos, el centro histórico que conocemos; la Curva de Molina, que se ha convertido en un área importante de movilización, trasbordo y comercialización informal para el oeste de Maracaibo; y el kilómetro 4 que es una centralidad naciente en términos de comercio, pero es muy importante a nivel de transporte, porque no solamente está el transporte urbano sino extraurbano hacia La Cañada, La Concepción, Perijá, Maracaibo y el mismo San Francisco.

La reorganización de estos espacios es vital para la solución de sus problemas. “No solamente se trata de recoger basura, sino que va más allá, sobre todo en el tema de los comercios informales, porque funcionan con total anarquía, es decir, hacen lo que quieren y no hay sanciones”, dijo Lourdes Villalobos, transeúnte del casco central.

En “La Libertador” cualquier acera o paso es ideal para convertirlo en basurero. Los brocales y las barandas de la isla central están rotas. Y en las noches, la iluminación es precaria, sirviendo de guarida para los delincuentes.

El secretario de Infraestructura de la Gobernación, Jairo Ramírez, precisó que el Ejecutivo regional está haciendo un esfuerzo para recolectar los desechos que se lanzan a la avenida Libertador. “Aquí hay varios problemas, primero que hay una ausencia de la competencia municipal, y lo otro, es que no existe una consciencia ciudadana, a nadie le duele sacar la mercancía y arrojar los desperdicios a la calle o en la acera. Entonces, lo recogemos y a la hora está nuevamente el cerro de basura”.

Organizar los 1,4 kilómetros que tiene la calle 100 avenida Libertador es un reto necesario. Los gremios del transporte tienen una propuesta desde el 2009 que fue presentada al Instituto Municipal de Transporte Colectivo Urbano de Pasajeros de Maracaibo (Imtcuma) de convertir la vía en una avenida en un solo sentido que venga desde El Milagro hacia Sabaneta. Pero no han obtenido respuesta.

DC | Panorama

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