Golpe al estado de salud, por Marlon S Jiménez García

Golpe de Estado, golpe de Estado, golpe de Estado, cacarea a todo pulmón el engendro heredero y sus secuaces del régimen, cada vez que la MUD toma las calles de Venezuela para presionar al gobierno a respetar la CN, no solo en el campo político, sino en lo social, económico y ético fundamentalmente. Ese argumento, por supuesto, se cae de manera evidente cuando se contrasta con la realidad y sus resultados; el régimen es el que propicia la violencia, es el que desea imponer una cultura ideológica totalmente fuera del contexto de las libertades ciudadanas y del pluralismo político y de allí la persecución política y judicial contra los dirigentes de la oposición, como ocurrió recientemente con Goicoechea, Melo, Toledo, Guárate, entre otros, que los han acusado de terrorismo, de sedición y de pactos con sectores internacionales (14 años con esa cantaleta) para darle un golpe de Estado al engendro; por supuesto, sin ninguna prueba que avale esas acusaciones; todo es un burdo montaje y de abuso en su acción por parte del SEBIN; cuerpo éste delincuencial, que está al mismo nivel de los movimientos que actúan no apegados a las leyes ni al Estado de Derecho.

 

El verdadero ´´Golpe de Estado´´ se lo ha propinado el régimen -en sus inicios con el ´´comandante eternamente enterrado´´ y ahora se ha profundizado ineluctablemente con los llamados ´´sus hijos´´, el engendro heredero y diablodado- al pueblo de Venezuela; con el golpe contundente que le han propinado y que hemos denominado: ¡golpe al estado de salud!. El hambre, (con la excepción de los enchufados y enchufadas que no la padecen), es dantesca, es visceral, es destructiva en lo más elemental del ser humano, en sus condiciones físicas y mentales. Todos sufrimos los embates de la desnutrición acaecida por la incapacidad e inoperancia del régimen; pero mucho más efectos dañinos tiene sobre los niños y los adultos mayores; por razones obvias, ellos son los más débiles por su propia constitución vital. Los niños nacidos en esta ´´revolución´´ que de seguir en el poder, jamás podrán ser el futuro de la patria, si es que logran sobrevivir; no cuentan con los alimentos necesarios para su verdadero desarrollo físico y mental, la ausencia de proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales así lo determinan.

 

La desnutrición se manifiesta de manera intrínseca en la salud. La pobreza y la mala salud son fenómenos interrelacionados; esta asociación refleja una relación de causalidad que funciona en los dos sentidos: la pobreza genera mala salud y la mala salud hace que los pobres sigan siendo más pobres. Además, la ausencia de los medicamentos fundamentales para el tratamiento de enfermedades crónicas es alarmante, es de más de un 85% en todas las farmacias: públicas o privadas, que ha causado la muerte de decenas de miles de venezolanos. Los hospitales públicos; incluyendo los mamotretos esos que no resuelven nada, llamados de ´´barrio adentro´´, están colapsados, hay carencias profundas en comida y medicamentos para los hospitalizados; hay personas que tienen meses esperando una operación porque además de lo precitado tampoco funcionan los pabellones; es decir, los comunistas han dado, en continuidad absoluta un verdadero ¡golpe al estado de salud! a todos los venezolanos.

El Golpe al Estado de Salud, propinado exprofesamente a los venezolanos, no necesita de bayonetas, cañones, tanques, aviones, misiles, de la presencia de militares en las calles, porque éste si es inequívocamente contundente. La masacre que causa es más relevante y más barata para el régimen; no necesita de movilizaciones, de logística, de aparataje propagandístico y con ella tampoco asumen responsabilidades de ningún tipo; ni se enteran (¿?) pero si la celebran; ello contribuye a la estampida que ocurre, sobre todo, con nuestra juventud fuera de nuestras fronteras; para el régimen están triunfando.

Si algo ha quedado claro en estos 17 años, es que la sociedad venezolana se cansó de este golpe dado por el régimen; en ese sentido, la movilización social ha sido histórica, se han realizado multitud de manifestaciones a favor de los derechos sociales y civiles reclamando el cambio. Sin ningún lugar a dudas, el RR será histórico; el reto de cambio lo afrontaremos llenos de ilusión. Estamos convencidos que se darán los cambios y estamos, para ello, dispuestos con responsabilidad, empatía y por supuesto, desde la pluralidad. Somos nosotros y no el Estado forajido en el poder, quienes debemos decidir sobre nuestro futuro, sobre que estados políticos y jurídicos queremos; sobre el modelo económico que queremos fomentar; que tipo de sistema público queremos y que servicios sociales queremos. Votando combatimos la trácala y a los tracaleros.

 

DC / Prof. Marlon S Jiménez García / Profesor Universitario / Marjimgar54@hotmail.com

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