En el trono de Fortuna, por Jesús Rangel Rachadell (@rangelrachadell)

Todo al que le va bien piensa que su buena fortuna nunca se va a acabar, ya sea que obtenga dinero o conquiste al sexo opuesto, que gane elecciones o juegue a los dados.

Arrastrado por el viento de su buena estrella llegó a lo más alto, sin ningún esfuerzo.Dejóla pobreza y consiguió lo que ningún chofer ha logrado; conquista equiparable ala del rey Servio Tulio, quien nacido de madre esclava logró lamajestad, gracias a la diosa Fortuna.

Los romanos creían que esta diosa estaba presente en las distintas etapas de vida, tutelaba el nacimiento del hombre y lo acompañaba desde niño; solo que con este sujeto se perdió, no supo a dónde ir; fue a La Candelaria, a El Valle, a Los Chaguaramos, aSanta Rosalía,en Caracas;a El Palotal de Táchira, y hasta a Cúcuta; a esas comarcas fue la diosa a buscarlo el día de su nacimiento, pero no lo encontró, pocos saben dónde realmente nació. Es el hombre de ninguna parte, no es de extrañar que en un futuro aseveren que nació en un avión en pleno vuelo.

Su historia está oculta detrás de una nube gris. Este personaje estudió en un liceo de Coche, en Caracas; y luego desapareció, pasando a estar bajo la protección de los cubanos, un tránsito afortunado que lo llevó a una transformación, como si hubiera tomado la toga viril. Por azar fue que el personaje terminó en Cuba, estuvo con las juventudes adoctrinadas en la lucha de la revolución, para obtener el poder ofreciendo la utopía de un mundo sin clases, sin diferencias sociales; de una pobreza igualitaria que a todos nos hace sufrir; el mundo ideal del comunismo, la falsa esperanza del logro sin esfuerzo; desmintiendo lo que dijo Platón, que las cosas grandes no se hacen sino con grandes dificultades.

La diosa fue espléndidacon elgobernante, y le aportó soberanía, le permitió el autoritarismo estatal; todo a cambio de someter a su poder a los débiles. El timón es su insignia, decide el rumbo, dirige a sus escogidos hacia la virtud de manera generosa, hasta que la desmesura hace que la diosa cambie su capricho.

El que se cree coronado de laurel y que es mejor que los demás, que su pensamiento es suficiente para gobernar un país, que no cuida de la salud pública, se ve envuelto por la oscuridad de la providencia. Porque solo los necios se atreven a tentar la cólera divina, son unos engreídos que creen en pajaritos que le indicaran su destino como si estuvieran leyendo los auspicios, sin darse cuenta que el pájaro voló por el oeste.

Todo el poder que tuvo no es más que un hielo derretido, ya no es el otrora hombre fuerte, el escogido, el designado. De su autoridad excesiva no queda nada, solo el reflejo de la luna en el agua, una ilusión de mandarlo todo y que nada le obedezca. La diosa Fortuna le quitó los regalos que le dio.

Hoy tiene el temor de salir a la calle, mucho desasosiego, ahora si es un cobarde; justo después de solazarse en la ociosidad que aporta la riqueza, ni siquiera disimuló cariño con el pueblo, por eso la repugnancia que le tienen, como diría Aristóteles, es un animal civil que hace daño.

Ya vimos que la salud puede echar de esta vida hasta el más poderoso, cualquiera puede caer del trono de Fortuna. Somoshumanos, y cual veleta somos dirigidos por el viento, solo que ese viento -en este momento- se orienta hacia la democracia, sin retorno a los lares de la dictadura.

En mala hora cruzó una esquina, pasó por un callejón; fue derribado del aprecio, perdió la gloria, todo por una gran marcha del pueblo que le dio a una señora la fuerza para enseñarle su olla vacía.

 

DC / Jesús Rangel Rachadell / Abogado – Profesor / @rangelrachadell

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