Rescatar la familia venezolana, por Jesús Castillo Molleda (@castillomolleda)

La confrontación política en Venezuela ha sobrepasado los límites de la unión familiar, el respeto, la solidaridad, la hermandad, la construcción de valores, la moral, ética y las buenas costumbres, siendo así uno de los grandes desafíos que se deben alcanzar para rescatar a las familias. Y ese desafío debe empezar desde el núcleo familiar, los padres como pilares deben ser ejemplo, fortalecer los valores, retomar la fraternidad, el compartir y la bondad, porque la sociedad está destruyéndose a sí misma.

Este tema es muy álgido, y el Estado, a través del gobierno, solo puede influir proporcionando educación de calidad, oportunidades de crecimiento y motivación, sin embargo, no se necesita de políticas públicas, de anuncios gubernamentales, de líderes políticos para reconstruir y fortalecer la familia, es una decisión personal y familiar.

La crisis en la que se encuentra sumergida Venezuela sin duda tiene sus responsables en los últimos 35 años, pero no se puede permitir que la clase política actual continúe destruyendo a la familia venezolana, con instigación al odio, con señalamientos, lo cual condujo a se dejaran de hablar entre hermanos, primos, tíos, padres, hijos, abuelos, padrinos, ahijados, vecinos, amigos, socios, compañeros de trabajo, por tener diferencias ideológicas en lo político (lo cual suele suceder en algunas ocasiones por fanatismo, que también ocurre en lo religioso). Esto, es algo que no puede seguir ocurriendo, muchos de lo que han llegado al límite de la confrontación en oportunidades ni conocen personalmente al político que defienden y deciden separarse de sus familiares que son el valor moral y espiritual más grande que les puede dar la vida, por sujetos que ni siquiera los toman en cuenta, lo que es una absurda decisión.

La familia también hay que rescatarla de la pérdida de valores, cada día se hace más complejo que los padres eduquen a sus hijos con las atenciones que exige semejante responsabilidad, los padres de hoy deben trabajar todo el día, no les alcanza el dinero que ganan para el sustento diario, al llegar a sus hogares manifiestan estar cansados para atender y escuchar a sus hijos, el uso de la tecnología celular, aplicaciones androides, Whats Apps, Twitter, Instagram, Facebook, Skype, mensajería de texto, se han convertido en el único canal para comunicarse con los familiares que se encuentran en otras ciudades o países, pero también ha servido para alejar el contacto personal.

Es increíble como muchos hijos se alejan de sus padres y muchos padres se alejan de sus hijos, dejan de hablarles, atenderlos, pero hay veces que no se entiende que no hay tiempo para los encuentros pero si llegan a morir si hay tiempo para acudir al sepelio. Cada día las familias se reúnen menos y solo se ven el día de las madres, padres, cumpleaños, diciembre o cuando fallece un familiar, lo que obliga a reflexionar a cada ciudadano cual es el tipo de vida familiar que está llevando en la actualidad y lograr comprender que siempre deben tener tiempo para la rectificación, las disculpas, el perdón, ante los errores cometidos, errar es de humanos rectificar es de sabios.

Y es que la familia alberga nuestra esencia, quienes somos, proyecta nuestro entorno y también establece la fuerza para mantenernos vivos y llenos de momentos felices, como lo dijo Mark  Olsen “Al final del día una buena familia debería hacer todo olvidable”.

 

DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Emprendedor, Locutor / articulosjesuscastillo@gmail.com / @castillomolleda

 

 

 

 

 

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