Lorenzo Mendoza: Ser empresario en este país es heroíco

“Soy un empresario”, responde una y otra vez Lorenzo Mendoza cuando se le hace una pregunta y en consecuencia dice: “Ser empresario en este país es heroico. Soy un fanático del pequeño empresario, del emprendedor, del mediano, del grande”.
El ingeniero prefiere que le llame Lorenzo y le gusta más el tuteo a la hora de la conversación.

En su visita a Panorama llegó muy corporativo, chemise y chaqueta de Empresas Polar con su carnet de Presidente Ejecutivo del conglomerado empresarial. “Estoy totalmente en contra de los excesos del capitalismo”, advierte y agrega: “Estoy convencido de que no hay manera de generar bienestar y prosperidad que no sea a través de una economía de mercado”.
No escurre el bulto a la hora de hablar del tema político, aunque advierte: “No me gusta pontificar”. Partidario de la superación del rentismo petrolero fustiga que a “este país lo han convertido, cada día que ha pasado, en más dependiente del petróleo, además administrando los recursos de una forma irresponsable”.

—¿Si el presidente Nicolás Maduro le llamara a una reunión, cuál sería su principal planteamiento?

Lo primero es atender por qué me llama. Si el presidente Maduro me convoca a una reunión, yo iría, como siempre lo he hecho en las distintas veces que he sido llamado; como fui llamado por el presidente Chávez, por los presidentes Caldera y Pérez, he dicho presente cada vez que me llaman.

—Diálogo político y diálogo económico, ¿cree que se puedan dar paralelamente?

En la civilización y el mundo de hoy la comunicación y el diálogo son una norma de convivencia, para mí estar sectorizando las cosas (…) le quita al diálogo una estructura natural, vamos a conversar, vamos a hablar de los temas relevantes. Cada noche en mi mesa hay temas importantes que surgen de qué pasó, qué ocurrió y después vamos a temas más estructurales (…) Si ahorita venimos a ver lo que está ocurriendo en el tema económico es terrible y por ende debe ser abordado, pero si sientas aquí a un político te dirá que el tema es político, estás hablando con un empresario y tengo que decir que el tema económico es central porque lo que está viviendo la gente en la calle es una cosa horrorosa. Lo que vive el ciudadano de a pie en la calle tiene que ser un drama y debe ser atendido por todos los que tenemos una condición de responsabilidad.

—Con una inflación de cerca de 500% y un decrecimiento de -10 puntos del PIB, ¿cuál es la clave para la sobrevivencia como empresario?

La clave es el compromiso de los que vivimos aquí en Venezuela, los que tenemos en Venezuela nuestros afectos, nuestras raíces, los que sufrimos y sudamos al país, la clave es querer a este país y comprometerse con él para buscar soluciones y hacer planteamientos de soluciones concretas, no bla, bla, bla, eso está bueno pero para una canción, pero no para la rutina diaria ni para las carencias que tenemos todos, cada quien a su nivel.

Estoy convencido de que una cosa es estar participando en algo, otra cosa es estar comprometido en algo, hay una gran diferencia entre ser responsable y tener un compromiso (…) Aquí hace falta mucho compromiso para entender todos, cada quien desde su posición, cuáles son los planteamientos de solución que el país necesita. Yo, desde la perspectiva empresarial, siempre lo hago planteando soluciones sobre lo que tengo conocimiento, que es el área económica.

—¿Está de acuerdo con la superación de la cultura del rentismo petrolero del país?

Estoy de acuerdo en todo lo que tenga que ver con que el petróleo es algo que puede ayudar a Venezuela a tener un motorcito, es como un barco de vela que depende del viento, si no hay viento, el motorcito te ayuda a seguir para que no te encalles, te ayuda a llegar a puerto seguro.

Creo que el petróleo es un buen habilitador de la seguridad de este país y va a seguir siendo, por muchos años, algo necesario. Lo que sí me parece que es una aberración es que este país lo han convertido, cada día que ha pasado, en más dependiente del petróleo, además administrando los recursos de una forma irresponsable. Entonces no solo dependemos de él, sino además administramos los recursos que nos da el petróleo de manera ¡irresponsable!, no para diversificar la economía, no para efectivamente salir del rentismo. Hay que decirle a la gente: ¿en qué eres bueno tú?, ¿cuál es tu talento? Y darle a la gente la oportunidad de que desarrolle su talento basado en sus condiciones (…).

Los seres humanos nacemos con ideas, con energía asociada al talento particular que cada persona tiene, lo que no puede ser es que nos limiten y nos quieran decir qué es lo que tenemos que hacer, cuándo lo tenemos que hacer, por qué tenemos que hacerlo de una manera, ¿qué es eso?, los seres humanos tenemos muchas condiciones, algunos han tenido la posibilidad de prepararse, de estudiar, pero hay muchos que no la han tenido y pueden aportar muchísimo, por sus vivencias, por su capacidad de entendimiento; ahora, si esas oportunidades no se las da el sistema que de alguna manera regula (…) entonces estoy convencido de que no hay manera de generar bienestar y prosperidad que no sea a través de una economía de mercado. Estoy totalmente en contra de los excesos del capitalismo, la empresa que represento, mi familia, todos estamos totalmente en contra de eso.

Puede haber unas reglas, unas leyes en un país donde hay tal nivel de desigualdad y de carencias, pero es evidente que eso no se hace con populismo, no se hace diciéndole a la gente que la empresa privada es mala. Emprender tus ideas, esforzarte por tu trabajo, generar oportunidades para otro, eso se hace porque cada quien le dedica su talento y en lo posible poco a poco su capital para generar bienestar para los demás, yo veo eso como la única manera de generar bienestar.

—¿En el actual estado de cosas del país advierte alguna responsabilidad de parte del sector empresarial?

No me gusta pontificar, no me gusta darle clases a nadie, ni a un empresario y mucho menos a un país, no me gusta ser arrogante, creo que tenemos que actuar y hacer las cosas y que nuestro andar y hacer sea el ejemplo de lo que estamos viviendo.

Hablo por mi obra, hablo por lo que hago, practico y predico, eso es lo que nosotros sabemos hacer, entonces no te puedo ayudar en esa respuesta diciéndote que si voy a criticar al mundo empresarial porque me parece irresponsable, lo que sí te voy a decir es que ser empresario en este país es heroico. Es increíble a pesar de todas las adversidades que hay, soy un fanático del pequeño empresario, del emprendedor, del mediano, del grande, todo el que es pequeño quiere ser mediano, todo el que es mediano quiere ser grande, esa aspiración yo la aplaudo, no hay forma de que un empresario diga: ‘no, yo me quiero quedar chiquitico, aquí con mi conuco, y de mi conuco que no me saquen’. No conozco a un ser humano que sea así.

—El presidente Maduro habla siempre de un “pelucón”, ¿cuál es la diferencia entre un “pelucón” y Lorenzo Mendoza?

Al presidente Maduro lo llamo presidente Maduro en público y en privado. Soy una persona que respeta la institucionalidad y la silla presidencial que la ocupa en este caso el actual Presidente de la República, entonces siempre me voy a dirigir a él por su nombre, como es.

En cuanto a la forma como habla, sus calificativos, es algo que le tienes que preguntar a él. Yo lo que sí te puedo decir es que respeto la institucionalidad, creo en la democracia, creo en las instituciones del país y por ende no tengo otra forma de dirigirme a las personas sino con respeto.

Yo seguiré respetando la institucionalidad, la silla presidencial porque creo en la democracia porque es el mejor régimen y sistema para convivir y generar bienestar en cualquier parte del mundo y mucho más en mi país al que adoro, quiero y lo importante es que cada una de los instituciones juegue y cumpla su rol y yo aspiro y espero que como yo respeto la institucionalidad, pues se respete la mía.

Panorama

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