El estado atroz, por Golfredo Dávila (@golfredodavila)

El concepto de Estado de derecho viene apareado al Estado moderno. En nuestro país no existe ninguna de las dos cosas, porque todo está patas arriba. Un Estado que actúa al margen de la Constitución y las leyes, se define como despótico, si se califica atroz es porque se acopla al comportamiento inhumano, miserable, antiético y criminal del actual régimen.

 

En un Estado con esas características, toda aberración es legal; la anticultura, los antivalores, la mentira, la manipulación y la corrupción constituyen parámetros de normalidad; mientras que las cosas buenas son ilegales, y aquel osado que se preocupe por resolver problemas, es castigado. Ahora falta que las universidades inventen una nueva teoría, fundamentada en la práctica recurrente de la cúpula gobernante y mediante la cual se establezcan nuevas formas de relación entre el Estado y la sociedad.

 

Lo de atroz no sólo guarda relación con la ilegalidad, la cúpula gobernante terminó de degradar la política. Sabemos que la política es en esencia el servicio, pero estos autócratas lo que han hecho es servirse de ella, en ningún caso han servido al país y a su gente. Por un largo tiempo buena parte de la población cifró sus sueños en que ellos iban a resolver los problemas arrastrados por décadas, pero fue peor el remedio que la enfermedad. Llegaron allí con la intención de arrasar con todo y lo lograron, en eso han sido tan eficientes como en la capacidad de maniobra para mantenerse en el poder, luego de haber arruinado al país.

 

La atrocidad vociferada por Tibisay es sólo un pestañeo de cómo la cúpula gobernante transgrede el derecho; cuando dijo “el CNE no acepta presión de nadie”, quiso decir que el 85% de la población que quiere cambio es “nadie” y le da la bienvenida a la presión del gobierno, que es el todo. El revocatorio es en sí mismo un mecanismo democrático donde se confrontan electoralmente las partes, pero violando ese principio, tuvo el tupé de plantear que antes de dicho evento, el CNE debe evaluar y dimensionar la cualidad de los intereses contrapuestos de las partes, para permitirse privilegiar sólo los del Presidente. Con ello violentan los derechos democráticos de todos los electores y sus Derechos Humanos. Como se sabe, hoy se consagra que el derecho de los ciudadanos está por encima de los intereses del Estado. Pero la inmoralidad es tal que no aceptan la ayuda humanitaria, y en lo político niegan el revocatorio, dicen que la solicitud se hizo muy tarde, pero de seguro si se hubiese hecho el pasado 10 de enero, la hubieran negado, aduciendo que la mitad del mandato de Maduro era el 14 de abril.

 

Este régimen ya es ilegítimo de hecho y lo será de derecho, sólo con el acto de manifestación de voluntades solicitando el revocatorio, al que asistirán cerca de 9 millones de venezolanos, que, como lo hemos dicho, revocarán el mandato de Maduro por anticipado. Que si tuviera un mínimo de moral, inmediatamente renunciaría, de no hacerlo dejaría su gobierno pendiendo de un hilo, representado en la Fuerza Armada.

 

Como se podrá observar, reiteramos en estos comentarios, pero es que en medio de esta catástrofe no hay tiempo para el relax, torcieron el rumbo del país y convirtieron todo en pesadilla; estamos como en una guerra donde el enemigo, es decir el gobierno, nos asedia con el hambre y la agresión política; queda poco lugar para la ciencia, la tecnología, la cultura, entre otros importantes temas. Sin embargo hay que sacar tiempo para soñar y seguir trabajando por un mejor futuro.

 

DC / Ing. Golfredo Dávila / Secretario General de Vanguardia Popular en el Zulia / @golfredodavila

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