La muerte tiene nombre: Arco minero, por José Pons (@joseponsb) 

Una gran verdad que encierra en la expresión más sencilla y formulada por los ecologistas que afirman: “Las actividades extractivas, no pueden ser sustentables y no son sustentables; poner el criterio de sustentabilidad aquí, es un exabrupto a las actividades mineras que nunca lo serán,  sino, perversas y profundamente asesinas a donde se desarrollen”.

El Presidente Nicolás Maduro, activó el Arco Minero del Orinoco, una zona de de 114.000 kilómetros cuadrados aproximados que ocupa gran parte del sur del país en el estado Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro, que cuenta con grandes potencialidades para la extracción del oro, cobre, diamante, coltán, hierro, bauxita y otros minerales de alto valor industrial. Es la crónica de la muerte anunciada por esas zonas vírgenes y de alto valor al ecosistema global de Latinoamérica.

Entonces qué ocurrirá, ¿Un encuentro o un festín homicida? Esto es anunciado con 150 empresas nacionales e internacionales del sector minero, hasta representantes de empresas del Congo-África, efectuado en la sede del Banco Central de Venezuela (BCV), en Caracas, y que constituyó el arranque del Motor Minería de la Agenda Económica del gobierno de Maduro. “El cuento y la melodías” del “Ecosocialismo” cacareado, pasa a ser parte del escrito de una ya y reconocida forma de muerte y destrucción.

Nos preguntamos, porque con la tecnología actual, en las minas de carbón del Guasare del Estado Zulia, solo se evidencia una gran destrucción, envenenamiento de agua y donde interviene el hombre de esta forma, no vuelve a nacer nada. Además como referencia tenemos que en el Congo, hoy por hoy, es el lugar más peligroso del mundo por las condiciones ambientales, sociales y económicas por la minería existente.

Afirma García Viloria, “La muestra  empresarial mencionada, son buitres con amplia trayectoria en el saqueo de lo que no les pertenece. Hoy están a la caza de los 200 Millones de Toneladas de Bauxita y las 44 Mil Toneladas de Oro y Diamantes en territorio nacional (que si no lo impedimos) pasará a engordar sus fortunas y muy campantes podrán seguir despojando a los pueblos de la tierra fértil y hermosa que Venezuela posee”.

Si bien la responsabilidad de la actual agonía del lago de Maracaibo, han sido los gobiernos venezolanos en general, ningún otro ha sido tan hipócrita, que pregonando un “ecosocialismo” como política pública, no se ha hecho ningún esfuerzo para salvar a nuestro Lago de Maracaibo. Es así, que la muerte tiene nombre, “El Arco Minero”.

Un  llamado al mundo y a los compatriotas, Bolívar, Amazonas y el Delta, no están solos. Unidos contra estos títeres del mal, es necesario anticiparse para que la muerte del Arco Minero no logre su fin, de darle a esta región venezolana el termino final de su existencia. Por lo cual, desde Proyecto Cumbre Ecologica, establecemos las metas para sumar voluntades para oponernos a este acto criminal.

DC / Dr. José Pons/@joseponsb/Proyecto Cumbre Ecologica