Asaltan una iglesia en Francia y asesinan a un sacerdote

Dos hombres armados con cuchillos han tomado este martes cinco rehenes en una iglesia en Normandía, Francia, y han degollado al sacerdote y herido de gravedad a un feligrés. Ambos agresores han sido abatidos por las fuerzas del orden y la policía ha detenido a una persona sospechosa de haber colaborado en el crímen. El grupo terrorista Daesh ha reivindicado la acción, afirmando que ha sido perpretado por dos de sus «soldados».

El suceso ha tenido lugar durante la celebración de una misa en la misa de Saint-Étienne-du-Rouvray, una ciudad de 27.000 habitantes situada al sur de Ruán. En ese momento, cinco personas —el cura, dos monjas y dos fieles— se encontraban en su interior. Una de las religiosas ha logrado escapar del edificio para alertar a las fuerzas de seguridad de lo que estaba sucediendo. Acto seguido ha tenido lugar la operación policial, que se ha desarrollado rápidamente y en el curso de la cual ambos agresores, durante un tiroteo, han sido «abatidos».

Una acción que no ha logrado salvar la vida del sacerdote, llamado Jacques Hamel, de 84 años de edad y con diez de servicio en el templo de Saint-Étienne-du-Rouvray. Según el vicario general de la archidiócesis de Ruán, era muy apreciado por los vecinos.

Según ha revelado el medio I-Télé, uno de los dos atacantes intentó llegar a Siria en 2015. El joven, originario de la localidad donde ha tenido lugar el secuestro, fue expulsado de Turquía en mayo de ese mismo año, y más tarde devuelto a Francia. Luego pasó cerca de un año en prisión y fue liberado el pasado 2 de marzo, aunque con un brazalete electrónico. Entonces regresó a Saint-Étienne-du-Rouvray y se instaló en casa de sus padres.

«Hacer bloque»
El presidente François Hollande, que se ha desplazado hasta el lugar de los hechos para reunirse con la comunidad católica y con las fuerzas del orden que han intervenido en la operación, ha explicado que el secuestro y asesinato de este martes es un «atentado». En ese sentido, Hollande ha afirmado:«Nos han declarado la guerra». A su lado estaba el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, que también ha acudido a la localidad normanda.

El Papa Francisco, al tanto de la muerte del sacerdote, también ha querido enviar sus condolencias y condenar el ataque, afirmando que comparte el «dolor y el horror» sufridos por Francia.

Este ataque tiene lugar en un mes especialmente negra para Europa. El pasado 14 de julio, Niza sufrió un atentado que causó la muerte de 84 personas y causó 350 heridos durante las celebraciones de la Fiesta Nacional, agresión reivindicada por el grupo terrorista Daesh. En respuesta, el Gobierno galo prolongó el estado de emergencia seis meses más. Por otro lado, agresiones similares a la de este martes se han producido en otros países recientemente. El lunes 18 de julio, un joven refugiado afgano, armado con un hacha y con un cuchillo de cocina, dejó tres heridos en un tren que circulaba en la región meridional de Baviera, en Alemania. La organización yihadista también reclamó la autoría. Como además añade AFP, la amenaza terrorista sobre lugares de culto planea sobre Francia desde abril de 2015, cuando se frustró un intento de atentado contra una iglesia de Villejuif, a las afueras de París.

DC|ABC

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