“En Venezuela no hay colas” Por Golfredo Dávila (@golfredodavila) 

Ya es costumbre que el régimen mienta y vulnere la voluntad del pueblo. Es como una película de terror por capítulos; en los últimos meses los protagonistas fueron Delcy Rodríguez, Tibisay Lucena y Rodolfo Marcos Torres, a ellos les tocó el papel de malhechores y mantener en vilo a la población, con una actuación propia de la inquisición, llena de intriga y descaro, para atizar la crisis y generar situaciones peligrosas para el país.

 

La canciller Delcy usó el escenario de la OEA para hablarle al PSUV, causó el efecto búmeran al querer ridiculizar al resto de los miembros como ignorantes de la realidad venezolana, tamaña estupidez pensar que podía ocultar la muy conocida crisis humanitaria que sufrimos. La cancillería fue derrotada, endógena y exógenamente, en consecuencia ganó el país. Tibisay hizo hasta lo imposible para impedir la validación de las firmas. Cuando la gente apuesta al cambio no hay nada que la detenga y en este caso, en forma osada, venció todos los obstáculos impuestos por el CNE, otra victoria para el país. El otro fracaso ha sido el del Ministro de Alimentación, con la puesta en marcha de los odiosos Comités Locales de Abastecimiento y Distribución de Alimentos CLAP, que causan indignación y rechazo por parte de los ciudadanos.

 

¿Por qué mienten y manipulan? Sin dudas, por miedo a perder el poder, sus prebendas y sus negocios oscuros. Por ello se niegan a reconocer ante el mundo que fracasaron y que habiendo administrado cerca de dos billones de dólares, arruinaron al país; pobreza, hambre, enfermedades, carestía, escasez, desempleo, la más alta inflación del mundo, especulación, inseguridad, corrupción y pare de contar. Según el gobierno podemos alimentar otras tres naciones, entonces no tendrían ningún sentido los CLAP, esta es la prueba del fracaso de su política agroalimentaria.

 

Los CLAP son el nuevo y humillante instrumento de control social, de discriminación política y de exclusión por parte del régimen. “Si firmas, no se te venderá la bolsa de comida” ¿qué es eso?  Nuestro pueblo ya está cansado del chantaje, del engaño, del sectarismo y la politiquería. Este programa y muchas de las misiones no resuelven los problemas, ni siquiera son paliativos. Se supone que los programas de auxilio se implementan mientras dure una crisis coyuntural, pero acá perduran en el tiempo, porque no acaban con el problema para el cual fueron creados.

 

La mentira ya no pasa, ellos controlan el 95% de los medios, pero sus usuarios rondan el 5%, para bien de la nación. Si la cúpula en el poder tuviera algo de dignidad, reconocieran la crisis y asumieran la responsabilidad de lo que ocurre; por sus medios dibujan un país sin problemas y las cosas malas siempre son culpa del otro, de allí la baja sintonía. Se burlan del pueblo cuando vociferan que aquí hay suficiente comida, que no hay colas, que las farmacias están abarrotadas de medicinas, que hay empleo, que el salario es el más alto de Latinoamérica, que no hay inflación, que no hay una sola arma en las cárceles, entre otras falacias. La gente no sólo sufre por las necesidades que tiene, sino que se irrita en extremo, con las pamplinas de los voceros del régimen.

 

El régimen agoniza y los dueños del poder actúan como fiera herida, responden con represión a la protesta popular, maniobran, distraen, aterrorizan y manipulan. Pero hay un pueblo que perdió el miedo, que no les cree y tiene hambre de cambio, las gigantescas colas para validar las firmas que exigían el revocatorio presidencial, son la mejor prueba.

 

DC / Ing. Golfredo Dávila / Secretario General de Vanguardia Popular en el Zulia / @golfredodavila

 

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