No quiero más estado, por Paciano Padrón (@padronpaciano)

El hombre nace libre y en plenitud de sus derechos. Si se justifica la existencia del Estado, es como garante de los derechos del ser humano, para evitar que unas personas se impongan sobre otras por vía del abuso. Pero cuando es el Estado el que abusa, atropella, somete, ningunea a la gente y corta sus derechos y potencialidades, estamos ante una depravación inaceptable. No quiero más Estado como este para los venezolanos, para nuestra nación.

Como todo compatriota bien parido, amo a Venezuela y quiero más país, más nación venezolana, más ciudadanía y menos Estado, menos sometimiento, atropellos y abusos. La nación venezolana, nuestra comunidad espiritual e histórica está obligada, por la vía de los hechos y las realidades, a adquirir la figura de Estado, ya que este es en el mudo de hoy una necesidad, pero no un Estado opresor y violador de derechos humanos, sino uno en el que el soberano sea el pueblo.

¿Cuánto Estado y cuánta libertad? Todo depende de la concepción filosófico-política. Los marxistas sostienen todo el poder para el Estado, entiéndase hombres sin libertad sometidos al capricho del gobernante. Los liberales extremistas sostienen que el Estado no debe intervenir en nada o casi nada, tal vez para emitir cédulas de identidad a los ciudadanos. Para quienes somos humanistas, la fórmula es doble: “Tanta libertad como sea posible, tanto Estado como sea necesario”. Sin duda esta es la posición más justa, ubica al Estado en su mínima expresión necesaria. Recuérdese la máxima, el ser humano puede hacer todo lo que quiera, menos lo que le está prohibido, por el contrario, el Estado solo puede hacer lo que le está expresamente permitido por la ley.

En Venezuela hoy, ¿para qué nos sirve el Estado?, ese Estado crecido frente al ciudadano, que se cree omnipotente y dueño del juego, cuando debe ser un servidor y no un ente a ser servido. El Estado quiere hacerse propietario de todo, bajo el pretexto de redistribuir los bienes y beneficios entre la población. Yo no quiero eso, yo quiero un ciudadano propietario, y un Estado protector de la propiedad y estimulador del desarrollo y la equidad. Quiero que todos seamos propietarios.

Tenemos un Estado gendarme, policía, que actúa contra los ciudadanos honestos y trabajadores, que persigue la libertad individual del ciudadano común, mientras el hampa está desatada. Cuando vemos la realidad del Picure y los picures, de las megas bandas controlando territorios, de los pranes en las cárceles y fuera de ellas, de las zonas de paz y de los colectivos aberrantes, entendemos que se perdió la brújula. Ese Estado gendarme no lo quiero. Necesitamos protección de nuestros derechos, vidas y bienes, no lo que hoy padecemos.

Un Estado ineficiente y corrupto niega la legitimidad de este.  Una camarilla de vagabundos se roba los dineros del pueblo, establece controles de cambio para los tontos mientras el cogollo se lo traga todo, ha desangrado el país, se han robado los dólares y nos han dejado en el ladre. Ese es el Estado que lidera Nicolás y sus secuaces. Ese Estado corrupto e ineficiente no se justifica.

Un Estado que propicia la inflación, que estimula el desabastecimiento, que genera lucro indebido para la camarilla gobernante, que solo existe para beneficio del cogollo en detrimento de la mayoría cada vez más pobre, ese Estado no lo quiero, ese Estado lo revoco e invito a revocarlo.

Después de 17 años de mentiras y fracasos, cuando han empobrecido el país y solola cúpula militar y política gobernante tiene acceso a la riqueza, cuando la pobreza crece, la marginalidad extrema aumenta y los pobres son más pobres, cuando la clase media retrocede y nos obligan a quienes salimos de abajo a base de trabajo y estudio a reencontrarnos con la miseria, con la angustia del “no hay” o del “no me alcanza”, tenemos derecho a sacudirnos el régimen. Nicolás, estás poncha’o. Se te acabó el tiempo. No quiero más Estado, quiero más país, más nación y ciudadanía.

DC / Paciano Padrón / pacianopadron@gmail.com / @padronpaciano