Cinco tips para elegir la crema antiarrugas

1.-Toma en cuenta la edad
Los requerimientos de piel de una mujer de 30 no son los mismos que necesita una de 50. Y mientras a unas les preocupan las manchas, otras quieren corregir la flacidez, las arrugas y el aspecto apagado. Por eso en función a la edad que tengas, tendrás que elegir un tipo de crema que contenga los componentes adecuados para ti. Busca el asesoramiento de una experta antes de comprar productos que no necesitas.

2.- Considera el  tipo de piel
Así como tomas en cuenta el tipo de piel para comprar una base, un limpiador o un hidratante para las cremas antiedad, también debes considerar este punto. Por ejemplo:
*Las pieles secas tienden a envejecer más rápido, debido a la fragilidad de la dermis, por lo tanto necesitan cremas antiarrugas que contengan componentes que ayuden con la hidratación a base de aceite.
*Las pieles grasas, al tener un aspecto oleoso, deben tratarse con cosméticos libres de aceite, siendo ideales las fórmulas ligeras y en formatos de gel.
*Las pieles sensibles deben buscar opciones hipoalergénicas y sin perfumes, que, además de actuar en la piel, ayuden a calmar con profundidad.

3.- Protección solar
Protegerse del sol es uno de los pasos más importantes que todo especialista de la piel recomienda. De nada sirve comprar una gran variedad de productos y gastar mucho dinero en tratamientos si no te cuidas del sol. La radiación solar es responsable de 80% del envejecimiento de la dermis- lo que se conoce como fotoenvejecimiento. Los dermatólogos insisten en que el uso de filtros solares  debe ser los 365 días del año, aunque no vayas a la playa. Lo ideal es aplicarlo cada dos horas, en especial si vas a salir por mucho tiempo a la calle. La mejor crema antiarrugas es el protector solar.

4.- Aprende a aplicarla correctamente
Antes de usar cualquier crema lo primero que debes hacer es limpiar el rostro. Si tienes residuos de pintura, usar un desmaquillante: con una motita de algodón aplicar el producto desde la frente hacia el cuello.
Luego procedes a colocar la crema antienvejecimiento, tomando en cuenta la dirección de la arruga, por ejemplo: las que aparecen en la frente deben tratarse poniendo al crema en sentido vertical y ascendente, empezando por encima de las cejas hacia arriba, hasta llegar a la línea del cabello. En el caso de los pómulos, para estirarla es necesario hacer movimientos desde la parte inferior del pómulo hacia las sienes. Las arrugas que aparecen en la zona superior del labio deben tratarse con movimientos desde el centro hacia los extremos. Es importante realizar estos movimientos para que el producto se absorba correctamente y cumpla su función. Como funciona con la mayoría de tratamientos de belleza, la constancia es la clave para ver buenos resultados. Ya que ningún producto hace milagros, como las arrugas se van formando a lo largo de los años lo ideal es frenarlas y actuar rápidamente con cuidados y una buena rutina diaria.

5.- Aprende a leer sus componentes y para qué sirven 

*El ácido hialurónico tiene múltiples beneficios: absorbe 1.000 veces su peso en agua- lo que significa que tienen un gran poder hidratante. Las moléculas de este ácido funcionan de tal forma que se introducen en los surcos de la piel, capturan el agua y se hinchan, rellenando las arrugas. También ayuda en la estimulación y producción de colágeno, en procesos de cicatrización y en la renovación celular.

*El resveratrol, otro antioxidante- presente en las uvas-, ayuda a estimular la formación de nuestras propias enzimas anti envejecimiento y combate los radicales libres.

*Vitamina C y E tienen un gran poder antioxidante. En el caso de la C, por ejemplo, colabora con la producción de colágeno y aclara las manchas. Funciona con una fórmula hidrosoluble, por lo que se puede realizar en productos libres de aceite. La vitamina E, en cambio, si necesita fases oleosas. La mala noticia es que para que la vitamina C sea efectiva debe estar a una concentración mínima -8%-, se oxida fácilmente y es muy inestable. Es buena, pero tiende a ser costosa.

*Lípidos. Al cumplir 30 años la piel produce menos grasa, lo que la deja vulnerable a los agentes externos. Busca en las etiquetas que tus cosméticos contengan ácidos grasos- como los omega 3, 6 y 9, colesterol- si, leíste bien, no tiene relación con la que se encuentra en la sangre y ayuda a estabilizarla ante cambios de temperatura- y  ceramidas.

*El retinol es fundamental, sirve para todo: disminuye las manchas, afina los poros, suaviza las arrugas y estimula la regeneración celular. Pese a que no es sensible al sol, si lo utilizas un día muy caliente su piel puede ponerse roja.

*A partir de los 30 la piel comienzan a verse apagada y la producción de colágeno empieza a caer. Los hidroxiácidos serán tus mejores aliados. Este elemento es capaz de debilitar las uniones iónicas de las células muertas de la superficie, para que al retirarlas sea más sencillo. Existen dos tipos: betahidoxiácidos (ácido salicilo), ideales para pieles grasas o con acné, y alfahidroxiacidos (acedilo azelaico, glicólico y láctico), que poseen una acción exfoliantes más intensa, pero pueden ser muy irritantes o hasta sensibles bajo el sol.

*Coenzima Q10. Suele producirla de forma natural la epidermis, pero gracias a la exposición solar y los cumpleaños, a partir de los 25 a los 30 es ideal reforzar esta enzima con un aporte externo.

*Niacinamida o vitamina B3. Inhibe la acción de la tirosinasa- la enzima que necesitas para la síntesis de la melanina- al no metabolizarla, no se forman manchas. También cumple la función de estimular la renovación celular de la piel.

DC|Estampas

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