Amnistía y reconciliación, por José Luis Pírela (@joseluispirelar) 

Durante la campaña electoral con mira a las parlamentarias del 6D, todos los candidatos de la MUD levantamos las banderas de la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional. El electorado venezolano voto mayoritariamente por nuestros candidatos y hoy estamos honrando la palabra empeñada con el hermoso pueblo venezolano.

Desde la comisión de política interior de la AN trabajamos todas las opciones: Proyecto existente, decretos y propuestas para fundirlo en un solo proyecto de Ley que fue llevado a la cámara, a la consulta con la sociedad, la academia, los estudiantes y otros sectores que expresaron su visión sobre el tema en la consulta.

La amnistía es una forma histórica en Venezuela desde el encuentro de Bolívar y Morillo en Santa Ana, el golpe a José María Vargas, hasta el perdón a Hugo Chávez, Arias Cardenas y todos los alzados del 4F y 27N por su responsabilidad en dichas rebeliones militares.

Todas las amnistías en nuestro país han sido recibidas por los venezolanos con mucha grandeza y perfecto sentido de su importancia como expresión civilizada para superar traumas políticos en coyunturas convulsionadas.

La amnistía es un despresurizador para una sociedad agobiada por las presiones propias de la crisis y de la controversia que busca luces en la oscuridad del túnel.

Resulta incalificable la posición del oficialismo y su feroz campaña nacional e internacional contra la Ley de amnistía y reconciliación nacional. Están utilizando los fondos públicos de un país en precariedad, para movilizar por unos cuantos países del mundo a parlamentarios y comités de víctimas, con el propósito de presentar esa ley como un adefesio jurídico deshumanizado, cuando en realidad es una iniciativa  de profundo sentido humano, alto relieve democrático y elevada connotación espiritual. A quien pueden engañar diciendo que sus dirigentes merecían el perdón; pero Leopoldo, Manuel Rosales, Antonio Ledezma, Baduel y los estudiantes no merecen ni agua. Contradicción nada potable.

La perversidad roja no tiene límites; Maduro como director de la orquesta macabra ha ordenado recoger firmas obligadas entre los funcionarios públicos; está vez volvieron a pifiar haciendo planas con las nóminas de los representantes de las comunidades educativas. La falta de apoyo popular los ha convertido en ejecutores de prácticas ramplonas y delitos inexcusables.

La Asamblea Nacional está cumpliendo su compromiso con la nación, concretando su compromiso de aprobar la Ley de amnistía y reconciliación nacional, ahora corresponde a la gente defender este instrumento en la comunidad internacional y en las calles de Venezuela, colocándonos por encima del odio rojo.

 

DC / José Luis Pirela / Diputado AN por San Francisco- Zulia / @joseluispirelar

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...