Misceláneas, por Luis Acosta

Semana Santa no se presta para la discusión y el reproche y más bien se presenta adecuada para ver las realidades por pedacitos y poderlos desarrollar. De suerte y manera que no se vean tan grande tal ellas son. En efecto, el problema del agua en Venezuela es imperdonable por cuanto teniendo el país tantos ríos caudalosos y largos y con cuencas importantes, compartidas con Colombia. Pero, los ríos no tienen culpa de que sus mantenedores y custodios no se ocuparon –hoy menos que ayer- de lo valiosos que son y , de las represas, embalses y aliviaderos que se tiene que construir y levantar para acumular inmensas reservas de agua donde “El Niño” nada tenga que ver y los servicios estén asegurados.

Igual sucede, con los parques automotrices. Conociendo los líderes políticos que el traslado de las gentes de sus casas a los sitios de trabajo y viceversa depende de la organicidad  del transporte que existe en el país, pues, la mayoría no posee vehículos y así, escasamente, media docena de ciudades en la República tienen verdaderos y organizados centros de acopios y estaciones de pasajeros. E igual no existe –con suficiencia- sistemas de trenes y transportes masivos que le sirvan con generosidad a este servicio; ni en las ciudades cortas ni largas y en las más, ningún servicio es bueno, seguro, decente, duradero y útil en favor de las comunidades que siguen esperando su autobús, a pleno sol.

Por su parte, los servicios de electricidad, aseo y mantenimiento general de cada una de estas redes no solo son malas y peores organizadas, sino, que nunca en ningún municipio ni lejano ni cercano de su centro de ciudad, han sido declarados aptos y peor aún, teniendo el país con más petróleo en el mundo, las carreteras son infernales, mal mantenidas e indignas de transitar. Tanto, que los vehículos en USA después de 10 años de servicio se exportan a América Latina y su estado físico es aceptable y su presencia externa lucen normales en su carrocería y motores. Sin embargo, en Venezuela un vehículo de 10 años ya está para convertirse en chatarras o en urnas andantes como son la mayoría de los vehículos que aun hacen vida en el tránsito de Maracaibo.

Por cierto, ningún directivo de los partidos políticos venezolanos – como dijimos- se han distinguido por proponer y lograr un buen sistema de recolección de basura y desperdicios en las ciudades que incluyarellenos sanitarios y plantas de reciclaje que se pagan por si solos. Así, los baños en los centros comerciales parecen desde la entrada charcos de barro, fétidos y con tuberías dañadas. Es increíble cómo la gente puede pisar o sentarse sobre lo mojado y sucio de sus utensilios. En este sentido, ni los dueños, ni el condominio, ni alquilados, ni visitantes y usuarios son capaces de darle a la palanca haya o no agua y no importa la calidad del centro comercial que se visite. Más calamitoso aun; cuando se sabe o se deduce que no hay disponible el líquido tan indispensable para la vida en sanidad o costumbres civilizadas.Necesitamos –se dice por allí- a 1000 Rennys Otolina para que con videos institucionales, enseñe a las comunidades a tener pena por su falta de urbanidad y mejores costumbres.

Así, pues, pidámosle a nuestro Señor Jesucristo y a nuestro Dios verdadero en esta Semana Mayor, que nos de voluntad para cumplir con nuestras obligaciones sociales de sanidad y de servicios sanos y que nos ayude a elevar nuestra calidad de vida y de respeto hacia los demás y sobre todo, a tener propósitos de enmienda para el serviciociudadano ante la sociedad y antes hijos y compatriotas. Digamos todos ¡Te lo pedimos Señor¡

 

DC / Luis Acosta / Artículista

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...