No más dilaciones, por Pedro Segundo Blanco (@pedrosegundoABP)

Un gobierno en fase terminal, cercado por los gravísimos problemas generados por el modelo equivocado y fracasado impuesto por Hugo Chávez desde 1.999,  profundizado por la mediocridad e ineptitud de Maduro y sus colaboradores y por la gigantesca corrupción, que como cáncer metastásico ha invadido todo el cuerpo de la nación, lejos de encontrar soluciones con las espasmódicas y fiscalistas medidas adoptadas el pasado jueves, en las que aumentan el precio de la gasolina, devalúan la moneda y legalizan el dólar paralelo, para hacerlo oficial, después de una década de control cambiario, que hizo posible la más grande estafa de dineros públicos, jamás registrada en  nuestra historia; lo que servirá es, para acelerar la caída o salida de un régimen, que quedará registrado en nuestra historia, como el peor accidente y la más nefasta plaga, que fue capaz de devorar una bonanza económica y petrolera, que según algunos entendidos, está cercana al Billón Quinientos Mil Millones de Dólares.

Desde la debacle sufrida por el régimen el pasado seis de diciembre, sostuvimos la tesis que lo conveniente, racional y necesario para  Venezuela, era la rectificación de Maduro, el cambio de rumbo del País y un giro de 180 grados, para iniciar el transito con un conjunto de medidas y un plan de ajustes y recuperación nacional, que incluyera como primera medida la liberación de los presos políticos y el regreso de los exiliados, que combinada con medidas económicas concretas como la reversión de los activos empresariales y unidades productivas expropiadas, la disminución del tamaño del estado, eliminación de ministerios y vice ministerios ociosos, la devolución de actividades al sector privado, el reencuentro con la descentralización institucional real, la restitución de competencias y recursos a gobernaciones y alcaldías, la desconcentración del poder de Miraflores, reconcentrado en este régimen, la repatriación de los capitales sustraídos  y apropiados  por corruptos y enchufados; con lo que se daría una señal a Venezuela y el mundo, que a su vez generaría la palabra mágica para la salvación de una nación, CONFIANZA, pero eso no ocurrió así por la terquedad y el fanatismo de una clase política gobernante pirata y fanatizada, que prefirió el camino de la reincidencia en los errores y las políticas equivocadas, aun sabiendo que llevarían al País, al oscuro túnel de él desabastecimiento, la escasez, la hiperinflación y la destrucción del aparato productivo. De allí que, comprobada la tozudez y la incapacidad del Presidente para resolver está aguda crisis que nos azota, no queda otra ruta que la perentoria y urgente salida de Maduro del poder y la principal responsabilidad en esta materia la tienen los Diputados que con nuestros votos elegimos los venezolanos para que nos representaran, interpretaran y escucharan y sin más dilaciones hacerse eco de lo que es hoy un clamor de toda la nación, el cambio urgente de gobierno y amparados en nuestra vigente Constitución, activar el mecanismo más idóneo, que no es otro que la aprobación por mayoría de parlamentarios de la ENMIENDA CONSTITUCIONAL para acortarle el mandato al Presidente y el resto de los poderes públicos y en treinta días el Consejo Nacional Electoral está obligado a convocar al pueblo a referéndum, para que sea este quien determine con su voto, si Maduro y él régimen se van o se quedan en al frente del poder.

“Quienes defienden el derecho a la vida de asesinos, avalan la pena de  muerte de ciudadanos inocentes” PSB.

 

DC / Lic. Pedro Segundo Blanco / Ex parlamentario del estado Sucre / petersecond1@hotmail.com / @pedrosegundoABP

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