La cirugía que confecciona un nuevo estómago

Los especialistas coinciden en que se trata de una cirugía definitiva y que el paciente que se someta a un bypass gástrico o a la manga gástrica nunca es dado de alta. Al menos una vez al año la persona debe acudir a control con sus médicos tratantes,  aunque ya haya alcanzado el peso recomendado por los cirujanos.

Es definitiva, explica Iván Bezara, cirujano bariátrico, premio al mejor cirujano bariátrico de Venezuela  en el año 2011, de acuerdo con  la Organización Internacional para la Capacitación e Investigación Médica (IOCIM), porque solo en 15% o 20% de los casos puede registrarse aumento de peso y casi siempre se debe a factores psicológicos o psiquiátricos. Por ejemplo, hay pacientes con problemas de alcoholismo o con trastornos alimenticios que no lograron resolver sus adicciones y luego de operados recayeron y recuperaron los kilos que habían perdido con la operación.

José Carmona, médico cirujano, fundador del programa de cirugía bariátrica y metabólica del Hospital Domingo Luciani,  recuerda que 99% de los pacientes con obesidad mórbida o con Índice de Masa Corporal por encima de 40  (el IMC  es un índice del peso de una persona en relación con su altura)  fracasa en el intento de perder peso con los métodos convencionales (dietas, medicamentos, psicoterapia o ejercicios) y para ese grupo de personas está indicada la cirugía bariátrica, nombre que encierra al conjunto de técnicas y procedimientos quirúrgicos que buscan cambios en la fisiología para conseguir pérdidas de peso mantenidas y duraderas en el tiempo.  Iván Bezara también recuerda que la palabra proviene del griego Baros que etimológicamente significa peso.

Luego de un año de operado 80% de los pacientes queda por debajo de 30 en el IMC y solo en 20% hay una reganancia de peso progresiva. El fracaso de la operación a corto plazo solo ocurre en 5% de las personas  y casi siempre se debe a que no hay cambios importantes en los hábitos de vida.

«Cuando se siguen las recomendaciones médicas, se hace ejercicios y se mantiene la moderación en la ingesta calórica la calidad de vida de un paciente operado es igual a la de una persona delgada que no ha sido operado», precisó Carmona.

Pequeñas incisiones
Iván Bezara explica que la cirugía bariátrica engloba los procedimientos quirúrgicos destinados a corregir el exceso de peso y  José Carmona  agrega que se trata de una intervención segura con resultados óptimos en la mayoría de los casos. Las complicaciones oscilan entre 2% y 5%  y la mortalidad entre 0% y 0,1 %.

La intervención se hace por laparoscopia, a través de pequeñas incisiones (menos de 6mm) por donde se inserta todo el instrumental,  cámara y luces que permiten al cirujano operar con alta precisión en el interior de la cavidad abdominal. De esta manera se logra una recuperación más rápida, mínimo dolor postquirúrgico, breve tiempo de  incapacidad y daño mínimo sobre la pared abdominal.

La persona suele permanecer dos noches hospitalizada. El primer mes es de adaptación. Los primeros días la dieta debe ser líquida y blanda y a la cuarta semana ya se permiten todas las comidas.

El paciente debe permanecer bajo control de los especialistas y siempre requerirá suplementos vitamínicos y proteicos.

Bezara explicó que la cirugía se divide en dos grandes grupos:   restrictiva y mixta, la cual incluye la restrictiva y la malabsortiva. En cualquier caso se busca reducir la ingesta de alimentos, o bien, minimizar la capacidad de absorción.

Básicamente consiste en reducir, mediante distintas técnicas (bypass gástrico o manga)  la capacidad del estómago y alterar el recorrido intestinal para evitar la absorción de las grasas durante el proceso digestivo.

«La cirugía bariátrica es un tratamiento para el manejo de la obesidad con muchos años en uso y actualmente se le considera como el único tratamiento efectivo para perder el exceso de peso y mantener los resultados con excelente calidad de vida», destacó Carmona.

Elegir entre un procedimiento y otro depende de las condiciones generales del paciente. Aunque la persona pueda sugerir el método de su preferencia,  la decisión final estaráen manos del equipo médico.  En todo caso, los resultados finales son igualmente óptimos.

Por ejemplo, para un paciente con menos de diez años de haber sido diagnosticado con diabetes, con un IMC por encima de 40 se recomienda el bypass gástrico. Igual para las personas con la Enfermedad de Reflujo GastroEsofágico (ERGE).

Con esta operación la capacidad del estómago se reduce notablemente. Pasa de cuatro litros, que es  el volumen deuna persona obesa, a 60 cc. Por esa razón el paciente debe comer porciones más pequeñas de alimentos y recibir suplementos vitamínicos de por vida.

Carmona destaca el hecho de que este tipo de operaciones implica un impacto importante en el paciente diabético tipo II. En 80% de los casos la persona, una vez operada, logra regularizar sus niveles de glicemia y puede dejar de inyectarse insulina o tomar medicamentos asociados a la enfermedad. «El tratamiento primario de un paciente obeso con diabetes es la cirugía y esa información debe dársela el médico».

Turismo de salud
En Venezuela hay, de acuerdo con datos del último censo de población y vivienda del año 2011, cerca de 800 mil personas con obesidad mórbida. «La cifra ha ido subiendo progresivamente. Hoy en día  30% de la población tiene el IMC por encima de 30 y 5% por encima de 40, mientras que en 1985 la población obesa apenas llegaba a 10%», señaló José Carmona.

A ese ritmo de crecimiento y a esa proporción es difícil procurar que la mayoría de los habitantes del país tengan el IMC por debajo de los niveles riesgosos. «En Venezuela hay 120 cirujanos bariátricos y para ponernos al día con toda la demanda cada médico tendría que operar a 7 mil pacientes», reflexionó Carmona.

Actualmente en el país se hacen entre 4 mil y 5 mil cirugías bariátricas al año, entre centros privados y públicos. En la mayoría de las clínicas grandes se hace el procedimiento y con algunos vaivenes en varios hospitales importantes.

En Caracas se opera en el Domingo Luciani de El Llanito (los pacientes reciben el kit de manos del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales Ivss), Pérez Carreño, Hospital Universitario de Caracas y el Hospital Militar.

En el Domingo Luciani dictan una charla informativa el primer martes de cada mes en la que explican en qué consiste la cirugía bariátrica. Las personas interesadas se registran y se someten a un protocolo de evaluación. Las que finalmente queden seleccionadas ingresan a una lista de espera y dos años después, aproximadamente, son operadas.

El costo promedio de una cirugía bariátrica oscila entre un millón 400 mil y un millón 800 mil bolívares y aunque por ley se supone que los seguros deberían cubrirla en las pólizas, casi siempre el paciente termina  pagando con su dinero la cirugía.

Para los pacientes que vienen del extranjero el procedimiento puede llegar a costar dos mil dólares aproximadamente, mientras que en sus países de origen esa operación puede valer entre 10 mil y 20 mil dólares si se trata de Colombia, por ejemplo o 48 mil si hablamos de Estados Unidos.

Esos costos permitieron que Venezuela fuera incluida como destino dentro del llamado turismo de salud, pero la inseguridad se encargó de sacar al país de esa lista selecta hace cuatro años, aproximadamente. Hay médicos, sin embargo, que mantienen dentro de sus páginas web las ventajas de hacerse la operación en el país, no solo por los costos sino por los estándares de calidad que ofrece su equipo de cirujanos.

Iván Bezara reconoce que en su consulta ha recibido pacientes de algunas islas cercanas como Aruba, Curazao,  Bonaire y Trinidad y también de Colombia, pero el interés ha disminuido en los últimos años.

DC|Estampas

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