9 muertos dejan motines en calabozos

Alexis Patiño es oficial agregado de la Policía Municipal de Los Salias. Durante los últimos dos años le sumaron a sus funciones de resguardo a la ciudadanía, la de cuidar a los 30 detenidos que conviven en los dos calabozos de ese cuerpo de seguridad.

La tarea no ha sido fácil. Ha tenido que hacerle frente a los motines y lidiar con las continuas agresiones por parte de los presos. Cuando están de mal humor le lanzan tobos de orine. También escucha sus amenazas: «¡epa Patiño, sabemos donde vives, vamos por ti¡». Por si fuera poco, debe buscar ambulancias cada vez que alguno de los internos se enferma y tomar nota de sus continuos reclamos y peticiones que se traducen en solicitar traslados, porque están hartos del hacinamiento.

«Hace tres semanas bajé a darles el desayuno y se alzaron por los retardos procesales. A mi compañero le cortaron las manos con un chuzo. Pedimos apoyo a Polimiranda para controlarlos. Los cuerpos de seguridad local y regionales no están preparados para atender a los presos. Se requiere un personal especializado que maneje el tema psicológico, de Derechos Humanos, el uso progresivo de la fuerza para manejar conflictos y el diálogo como mecanismo de solución», explicó el funcionario.

Carmen Mavares, directora de Polisalias, destacó que ha hecho inversiones en la adecuación de los calabozos. «Solo contamos con dos áreas de guardia y custodia. Tienen capacidad para albergar a 12 internos y duplicamos esa cantidad. Entre ellos hay cuatro menores de edad y dos con enfermedades crónicas. Este año solo dos internos han sido reubicados por el Ministerio para el Servicio Penitenciario en cárceles a raíz del último motín registrado en noviembre. Fueron llevados a la cárcel de Puente Ayala en Anzoátegui. El resto de nuestras solicitudes no han tenido respuesta porque no hay cupos en los reclusorios», relató Mavares.

La tardanza en la entrega de cupos ha provocado hacinamiento que ha desencadenado en motines, fugas e intentos de evasión. En el caso de Polisalias este año se han reportado cinco situaciones irregulares. Para Mavares la permanencia de los interno no solo ha implicado la asignación de presupuesto para reforzar la seguridad de las celdas, también ha tenido que disponer de un personal dedicado exclusivamente al cuidado de los internos. «Por ejemplo, tengo dos funcionarios que deberían estar en labores de patrullaje custodiando a un detenido que le otorgaron una medida de casa por cárcel en San Antonio».

12 penados esperan cárcel

No solo Polisalias atraviesa esa situación. Según el Observatorio Venezolano de Prisiones en al menos 22 comisarías del país se han producido hechos de violencia y evasiones por la saturación de los calabozos, lo cual ha dejado 9 muertos y 63 heridos. El pasado 28 de noviembre en la sede de Polichacao un detenido en el área de flagrancia simuló estar enfermo, burló la seguridad del centro y logró huir.

«Nuestros calabozos tienen una capacidad máxima de albergue de 35 detenidos y en la actualidad congrega a 142. De esa cantidad, hay 12 penados que aún no han sido reubicados en centros penitenciarios y otros 11 que están en fase de juicio, y tampoco tienen respuesta sobre cuándo serán trasladados a las cárceles. Este año solo nos han asignado 20 cupos. El más reciente fue otorgado el 3 de diciembre a Falcón», explicó Erick Materano, director de gestión policial de la Policía Municipal de Chacao.

Destacó que ha dispuesto de 60 funcionarios para custodiar a los internos, en especial durante los días de visita. «El 20 por ciento del cuerpo de seguridad está abocado a la atención de los internos en tres turnos. Si tuviéramos menos presos, hubiesen más efectivos en las calles», dijo Materano.

En Polichacao se han visto en la obligación de improvisar celdas en las áreas de guardia y custodia. El próximo año se realizará una inversión para la compra de cámaras de seguridad y otros equipos que refuercen la vigilancia en las celdas.

Según el director de Polimiranda, Elisio Guzmán, el organismo no tiene espacio para albergar a un detenido más.

«Estamos a punto de duplicar la capacidad máxima de las celdas. Hoy en día hay 217 detenidos y la capacidad es de 140. Esta semana se aprehendieron por diversos delitos a 11 sujetos en los Altos Mirandinos y los Valles del Tuy y ya no podemos recibir más. Esto generó molestia entre los internos por el hacinamiento».

Rotación de cupos

Por su parte, Manuel Tangir, secretario de seguridad de Baruta, manifestó que este año no se han registrado motines por parte de los internos porque la asignación de cupos a las cárceles ha sido rotativa. «Hace tres semanas el Ministerio para el Servicio Penitenciario reubicó a 40 reos. Pese a ello, este año se produjeron dos fugas», refirió el jefe policial. Agregó que este año también han inyectado recursos en la adquisición de cámaras de vigilancia, candados y en el reacondicionamiento de los baños.

DC|EU

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