Miami: Físicoculturista es acusado de abuso animal y no podrá tener más caballos

Un físicoculturista se declaró culpable el viernes de abuso animal por maltratar y hacer pasar hambre a los caballos en su rancho de South Miami-Dade.

Alex Páez, de 48 años, se declaró culpable de un cargo de delito menor por abuso a los animales, y deberá cumplir un año de libertad condicional. Él se declaró culpable al igual que en otros cuatro cargos, los cuales no aparecerán en su historia criminal.

Él deberá además completar 100 horas de servicio comunitario y donar $500 a la Sociedad de Protección y Atención a los Animales del Sur de la Florida.

Y, lo que es más importante para la fiscalía y los activistas por los derechos de los animales, no se permitirá a Páez tener o cuidar caballos durante un año por lo menos. Su esposa, su colega físicoculturista, llamada Migdalia Cowan, de 50 años, planea llevar a juicio sus cargos de delito menor.

El caso de Páez y Cowan llamó mucho la atención entre la comunidad de activismo pro animales. Los caballos habían sido saludables. Fotos publicadas en Internet muestran a la musculosa pareja – Cowan en bikini, Páez sin camisa y sosteniendo una espada gigantesca como Conan el Bárbaro — posando junto a una yegua gris en la playa en el 2014.

La pareja — quienes viajan por todo el país para participar en competencias de culturismo — fueron arrestados por cargos similares de abuso a los caballos cuatro años atrás. Los cargos fueron retirados después de que completaron un programa de “intervención previa al juicio” para infractores por primera vez.

El abogado de Páez, Alexander Michaels, dijo que su cliente escogió el acuerdo extrajudicial para escapar a “los haters y los locos” que lo estaban amenazado debido al caso. Aunque los caballos estaban en su rancho, los animales ya no eran propiedad de Páez, dijo.

“El ama a los caballos”, dijo Michaels. “El sólo estaba permitiendo a otras personas tenerlos allí”.

Michaels agregó: “Shakespeare escribió: ‘¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!’ Eso fue lo que hizo mi cliente: él renunció a su reino por un caballo”.
DC|ENH