Cosas de tu infancia que jamás debes olvidar

¿Te acuerdas de esos objetos especiales con los que jugabas y te acompañaron durante tu infancia? Hoy ellos pueden ser tu máquina del tiempo y hacerte retroceder unos años a esas épocas alegres de tu vida.

 

Estudios realizados desde distintas perspectivas epistemológicas (Piaget, Vygotski, Elkonin, y Freud),  consideran que el juego es una pieza clave en el desarrollo integral de los niños, ya que guarda conexiones con el desarrollo humano en otros planos como la creatividad, la solución de problemas, el aprendizaje de papeles sociales.

 

  1. Un diario

 

Todas en algún momento de nuestra vida hemos tenido un diario en el cual plasmamos nuestros sentimientos, experiencias, tristezas y alegrías. Hoy, unos años después, volver a leerlo te arrancará una sonrisa mientras recuerdas esas experiencias que te convirtieron en la mujer que eres ahora.

 

  1. Fotos

 

La aparición de los teléfonos inteligentes y las cámaras digitales fueron dejando de lado las fotos impresas y, con ellas, su significado especial. En su momento, estas imágenes nos permitieron inmortalizar experiencias inolvidables y algunas tenemos la suerte de tenerlas hasta hoy. Trata de tenerlas en un lugar que esté al alcance de tu vista.

 

  1. Tu peluche favorito

 

Puede ser que ya esté roto, despintado o sin alguna parte de su cuerpo, pero lo que lo hace  realmente especial es el sentimiento que nos genera cuando lo tenemos nuevamente en nuestros brazos. Él fue tu compañero de aventuras y se convirtió en parte de tu vida así que no lo dejes ir.

 

  1. Cartas del colegio

 

Volver a leer las cartas que recibías en la época escolar es un tesoro. Al tenerlas contigo puedes darte cuenta lo mucho que has madurado en el tiempo y cómo han cambiado tus prioridades en la vida pero eso no implica que perdiste tu esencia. Si aún las conservas, planea una divertida reunión con tus amigas y recuerden ese vínculo especial que hasta hoy las une.

 

  1. Tu cuento favorito

 

Cuando éramos niños teníamos una historia que nos encantaba, un cuento que no nos cansábamos de escuchar todos los días pese a que nos lo sabíamos de memoria. Una tierna razón para conservarlo es tener la oportunidad de leérselo a tus hijos años después y verlos disfrutar tanto de él como lo hiciste tú en su momento.

 

  1. Tu canción favorita

 

Tal vez entre tus cosas todavía guardes aquel disco o cassette con tu canción preferida o simplemente, hoy al recordarla, seguramente te pondrá de buen humor.

 

  1. Alguna prenda

 

Haber tenido una cobijita, una manta o alguna ropa que te fascinara puede hacerte revivir diversas emociones que tal vez habías olvidado.

 

Sea cual sea el tesoro que guardes de tu infancia, lo importante es el bienestar que te puede proporcionar en tu etapa adulta.

 

DC/Salud180

 

 

 

 

 

 

 

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