Otro Linchamiento Patrio (OLP), por Douglas Zabala (@douglazabala)

Ver entrar cerro arriba a más de 1500 hombres apertrechados de armas de guerra, dispuestos a matar a todo lo que se mueva o se parezca a un joven, con cara de no ser boli burgués, diputado del Psuv o patriota cooperante, debe pararle los pelos de puntas a las madres o abuelas de cualquier Barrio de este país; pero además debe revolverles el alma, al recordarse que igual a la cuarta república, con las OLP de Nicolás,  han regresado los días de las redadas masivas emprendidas por los gobiernos de Caldera y las horas del “disparar primero y averiguar después”  de Rómulo Betancourt.

 

DZ-OLPNo vengo aquí a hacer apología del delito, porque bastante que los sectores oficiales se han encargado de esa tareíta. Todos debemos recordar aquella frase espeluznante del ausente, cuando comenzó a llamar a los azotes de Barrio, buenandros en vez de malandros. Las entredichas “Zonas de Paz”  resultaron ser otra forma de cederle espacio a quienes mantienen sitiado al ciudadano de bien.  O se podrá seguir ocultando que esta nueva ofensiva represiva, ha sido montada bajo el discurso  de ser víctima el gobierno en sus sanas intenciones  de regenerar  a sus buenandros.

 

Los cuadrantes de Patria Segura, el Movimiento por la Paz y la Vida y la Articulación de la Inteligencia Popular, anunciado pomposamente por nuestro liberador Presidente, han degenerado en simple plan aterrorizador para los sectores populares donde se ha puesto en práctica.  Las más de cuatro mil detenciones practicadas por militares y policías en este primer mes, han demostrado su carácter represivo, violatorio de los derechos humanos, de quienes han sido  aprehendidos injustamente, una vez que más del 90% son puestos en libertad al demostrársele su inocencia en los hechos imputados.

 

Nuestra carta magna establece que el Estado debe garantizar a todas las personas conforme al principio de progresividad, sin ningún tipo de discriminación, el goce y el ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos.  Ahora bien, la misma Constitución señala que la libertad personal es inviolable, en consecuencia ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. Y ese es el punto, porque la inseguridad ciudadana no puede ser superada pagando justos por pecadores.

 

El tema de la inseguridad y los planes para ser superado debe ser visto como un problema muy grave de la sociedad y el Estado venezolano.  La propia Fiscal General Luisa Ortega Díaz,  ante las Naciones Unidas reconoció que en nuestro país se producen 65 muertes por cada 100 mil habitantes.  Esta dramática cifra nos  coloca como uno de los países más violentos del planeta; de manera que muy bien pudiera el gobierno, asumir la disminución de esta fatídica estadística, sin necesidad de sumarles victimas en operativos donde las bajas sólo se producen del lado de la ciudadanía.

 

Empeñarse en hacerles la vida de cuadrito a quienes habitamos por estas tierras bolivarianas, parece ser el propósito de Maduro.  A la ya amargada y difícil situación que nos ha impuesto con la escasez de alimento y sus consabidas colas, en sus desespero por intentar salir del foso de la impopularidad donde se encuentra, ahora nos trae como novedoso, este otro linchamiento patrio, conocido como la tenebrosa OLP, que como en el pasado transforma sus operativos en simples razzias represivas, donde impera más que la liberación y protección del pueblo, la criminalización de la pobreza.

 

DC/ Abog. Douglas Zabala/ @douglazabala

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