Colombia buscará otras alternativas por baja de petróleo

Colombia enciende el debate sobre las implicaciones ambientales y económicas de la explotación de crudo mediante el fraccionamiento hidráulico.

 

“Colombia no se puede dar el lujo de dejar de hacer fracking. Si uno toma la decisión de no usar una tecnología, está decidiendo que va a dejar petróleo en el subsuelo. ¿Nos podemos dar ese lujo? Mi respuesta es no”, expresó Juan Carlos Echeverry, nuevo presidente de Ecopetrol.

Se han vuelto a encender las alarmas frente al tema de la explotación de petróleo no convencional en Colombia, donde la opinión sobre esta tecnología está muy dividida, como en el resto del mundo.

Se ha dicho que es una manera de capear la crisis del petróleo que está afectando al país, de cuya producción depende 20% del total de los ingresos que recibe el Estado.

Se habla de que por cuenta de la caída internacional de los precios del crudo, Colombia arrancará 2016 con 11% menor inversión.

Según el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, Francisco Lloreda, se estima que en reservas no convencionales podría haber entre 3.000 y 10.000 millones de barriles de petróleo, lo que podría suplir el hecho de que, por cada dólar que baje el barril, 300.000 millones de pesos (unos US$150 millones) le dejan de ingresar al Estado en un año.

Actualmente están suscritos siete contratos para campos en los que se utilizará la técnica del fracking, que se encuentran en etapa exploratoria. Cinco de ellos son de Ecopetrol, uno de Parex Resources y otro de Exxon Mobil.

¿Es la única posibilidad?

Aunque esta parecería ser la mejor solución, varios expertos afirman que no es la única manera de hacerle frente a la crisis, y por otro lado, advierten sobre graves daños ambientales.

“Todo el mundo está direccionado al fracking, pero hay cosas que se pueden hacer antes, como aumentar el factor de recobro de campos maduros, que no han sido desarrollados completamente”, dice Edgar Aguirre, director de la Comisión Interinstitucional de Hidrocarburos (CIH).

“Históricamente se han descubierto 53 mil millones de barriles de petróleo, y el factor de recobro es de 18%, es decir, que hemos producido 9.500 millones de barriles de petróleo. Hoy en día, en el mundo, ese factor de recobro es de 50% (debido a las facilidades que brindan las nuevas tecnologías). Sí tan solo lo aumentáramos a 36%, tendríamos 9.500 millones de barriles más de petróleo para producir”, explicó Aguirre, teniendo en cuenta que en Colombia hay reservas de petróleo para 6 años.

Por otra parte, la Comisión afirma que también es muy importante comprobar el potencial de los yacimientos no convencionales que ya se tienen, como los extrapesados. “No sabemos qué tenemos, y hasta no saber, no se puede decir cuál es la solución”.  Se dice que es necesario reactivar la exploración en Colombia, pues este último año disminuyó.

¿Un peligro para el medio ambiente?

El  fraccionamiento hidráulico es una técnica que les permite a las firmas petroleras extraer el crudo que está atrapado en capas de rocas a profundidades entre 1.000 y 3.000 metros bajo tierra. Para sacar este hidrocarburo a la superficie se necesita inyectar grandes cantidades de agua, mezclada con arena y productos químicos, con el fin de fracturar la roca. Los ambientalistas señalan que este proceso afectaría los acuíferos subterráneos, gastaría una enorme cantidad de agua y, además, podría producir microsismicidades.

Frente al tema, la CIH ha dicho que la contaminación de acuíferos es algo que difícilmente puede suceder, si se hace con responsabilidad. Explican que el nodo de la broca con la que se rompe el suelo, forma una película impermeable y que además, siempre se ponen revestimientos protectores en las zonas donde hay agua.

Además, dicen que los acuíferos “cercanos” a las intervenciones normalmente están a miles de metros de la zona, por lo que a través de todas esas rocas en físicamente imposible que se filtre cualquier cosa.

También han dicho que no es posible que la fractura se extienda más arriba de la roca que se perfora porque las formaciones que están arriba son más duras y se necesitaría mucha energía para fracturarlas. Por esta razón, tampoco es posible llegar a zonas de agua más superficiales.

En cuanto al uso del agua, Edgar Aguirre explicó que la cantidad que se usa es relativa. “Si se hicieran en un año 100 trabajos de fracking, se consumirían 1,5 millones de metros cúbicos de agua, 0,5% de la que se usa para un cultivo de palma en un año”.

Según dicen, la captación está bien reglamentada, y que el uso a través de reciclaje reduce significativamente esta cifra (en trabajos masivos).

En cuanto a los contaminantes, afirman que solo se usan 12 aditivos químicos que, de hecho, se encuentran en los productos que usamos diariamente, como la crema dental, jabones corporales, e incluso algunos medicamentos. En todo caso, advirtió que siempre se están haciendo pruebas en los yacimientos de agua para ver si están contaminados y evitar que eso suceda.

Para el ambientalista Manuel Rodríguez, hay otros aspectos que afectan muchísimo a las comunidades, como el de la congestión vehicular.

“Una explotación de fracking genera un enorme flujo de vehículos, muchísimo más que la explotación convencional de petróleo, por la forma cómo se hace. Sí se quejan en Estados Unidos que están llenos de carreteras… ¡Ahora imagínese acá que son tan angostas!”, dijo el experto.

DC | es.panampost.com

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...