Reforma, pensiones y cesta ticket. Por Alfonso Hernández Ortíz (@AlfonsoZulia)

Recientemente me correspondió realizar unos trámites en un banco del gobierno, y como es común el mismo se encontraba repleto de gente, en su mayoría personas de la tercera edad, jubilados y pensionados quienes estaban cobrando su pensión del seguro social; propicia fue la oportunidad para conversar con un grupo de ellos y me comentaban las penurias que tienen que pasar cada vez que van a cobrar, así como lo insuficiente que se ha convertido este ingreso para poder sobrevivir con la alta inflación que padece el país.

En Venezuela el artículo 86 de la Constitución establece: Toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio público de carácter no lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en contingencias de maternidad, paternidad, enfermedades, invalidez, enfermedades catastróficas, discapacidad, necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de empleo, desempleo, vejez, viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas de la vida familiar y cualquier otra circunstancia de previsión social. El Estado tiene la obligación de asegurar la efectividad de este derecho, creando un sistema de seguridad social universal, integral, de financiamiento solidario, unitario, eficiente y participativo, de contribuciones directas o indirectas…Este sistema que está bajo la rectoría del Estado Venezolano, dirigido  por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), se constituye como un sistema de seguros obligatorios que recibe aportes de los trabajadores, los patronos y el sector público, considerándose una política pública del Estado, con marcada tendencia social, que debe proteger a todos los ciudadanos, independientemente de su capacidad contributiva, bajo el principio de universalidad.

Sin embargo, el IVSS, se caracteriza por presentar presupuestos deficitarios, ineficiente gestión pública y altos síntomas de corrupción institucional, implicando de tal manera, la presencia de un problema estructural para poder cumplir con su objetivo primordial, evidenciándose un cuadro bastante desalentador, ante una institución, con graves deficiencias operativas que le permitan la prestación de un servicio eficiente.

Aunado a esto, exige la administración transparente de las contribuciones hechas por los afiliados, tomando en consideración que aunque se ha optimizado el pago frecuente de las pensiones del Seguro Social y se ha incorporado por la flexibilización de la norma aun gran porcentaje de venezolanos, se hace necesario un ajuste de las pensiones, acorde a los altos índices inflacionarios que presenta el país, ya que lo recibido por las personas jubiladas en su mayoría ancianos, se convierte en un sustento para cubrir los gastos primordiales (alimentación – medicinas), asunto que debe tomarse como punto de interés por parte del gobierno, en considerar el monto de las pensiones para los beneficiarios, el cual debería ser superior al sueldo mínimo, así como la asignación de cesta tickets y una retribución especial para gastos médicos y emergencias.

En tal sentido debe considerarse con carácter de urgencia la implementación de los aspectos previstos en la reforma de la Seguridad Social en Venezuela, ya que mucho se ha establecido en las leyes y poco ajustado a la realidad de su funcionamiento operativo, desde el punto de vista administrativo, financiero, de recursos humanos y obviamente en lograr cumplir con su misión de brindar seguridad social a todos los venezolanos, como bien lo estable la norma constitucional, ya que a pesar que el gobierno, a través de Leyes Habilitantes ha tenido la autorización para reformar todas las leyes en materia de seguridad social, con el objeto de “incluir mecanismos más idóneos de protección a los diferentes sectores sociales, garantizar la vigilancia y supervisión por parte del Estado de los diferentes fondos y tomar en consideración la incidencia económica financiera”,  la reforma no se ha cristalizado en la práctica, por lo que el Estado sigue en mora en presentar un Sistema de Seguridad Social que pueda cumplir con las expectativas planeadas desde el instrumento legal.

De igual forma la misma crisis económica y política que atraviesa el país afecta de manera considerable la puesta en marcha de un Sistema de Seguridad Social que realmente pueda brindar protección, cobertura, y un sistema de pensiones acorde con las necesidades y prioridades de los venezolanos, sobre todo a los jubilados y pensionados, meritorios de un aumento de sus pensiones y del derecho al cesta ticket.

DC / Alfonso Hernández Ortíz / Politólogo- Abogado / @AlfonsoZulia / dialogopublico@gmail.com

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