Panaderías del municipio San Francisco, en Zulia están a punto de cerrar

En El Soler, parroquia Domingo Rus de San Francisco, las panaderías están a punto de bajar las santamarías. La escasez de harina de trigo espolvorea la hora de cierre de los negocios. Desde Monaca, planta procesadora de trigo, se conoció que el municipio comenzó a sentir los efectos de caída de inventarios del cereal importado.

“Hay panaderías completamente cerradas. Solo una abierta el fin de semana y había cola”, soltó un trabajador de Molinos Nacionales. Las plantas trituradoras reciben las pocas cargas que arriban al puerto de Maracaibo y son enviadas a los silos.

En la jurisdicción sureña se inicia la restricción. Ya en Maracaibo se reportan negocios afectados por la falta de harina de trigo. “Hasta tres días sin vender pan hemos estado”, dijo una cajera de una panadería ubicada en Cristo de Aranza que pidió no ser identificada por no ser la responsable del establecimiento. “Esto está difícil. La harina que tenemos se nos acabará pronto y no sabemos si nos despacharán”.

Mientras la venta de cada pieza de pan toma forma. El pan salado de seis bolívares aumentó de precio a nueve. El dulce pasó de ocho bolívares a Bs. 10. Las presentaciones de perrocaliente y rebanado salieron de lista de preparación y horno.

Luis Angarita, representante de la Asociación de Panaderos y Pizzeros del estado Zulia, alertó que la “situación es bastante grave” en San Francisco. No adelantó detalles de los inventarios porque esos procesadores “son foráneos” y no pertenecen a la asociación.

Resaltó solidaridad con el sector, pues “no hay trigo”. Desde inicio de año los panaderos de Maracaibo exigen a Cargill de Venezuela, segunda planta productora de trigo, una distribución, pero la falta de cereal en silos cambió la programación de despachos. “Estamos esperando que le llegue para que podamos solventar algo nosotros”. El anuncio de Fevipan de que hay harina para 30 días preocupa a los comerciantes.

Acusó que la escasez disparó la comercialización del saco a ocho mil bolívares. Los mayoristas centran una facturación superior al precio de venta regular a mil 300 bolívares. “La que se puede conseguir a precio de distribuidor la están vendiendo cara”.

Fuente: DC|LV