Las cruciales elecciones de Octubre, por Alberto López Núñez (@alopeznunez)

En general, en la ciencia política contemporánea, la representatividad es una de las bases de la legitimidad del sistema democrático. Obviamente ella es imposible obtenerla sin sufragios libres y transparentes. Se suele dividir estos en dos categorías: a) las elecciones nacionales, presidenciales y parlamentarias, b) las regionales o locales, también para elección de ejecutivo y legislativos a nivel regional y local. Lógicamente se les da mayor importancia a las nacionales.

 

En algunos países no hay diferenciación en el tiempo entre estos dos niveles, se suele votar a nivel nacional y local en una sola elección. En otros países, para darle mayor independencia a la esfera local, se les separa temporalmente de las elecciones nacionales. Este es el caso de Colombia, en donde las elecciones departamentales y municipales se realizan un año después de las elecciones nacionales.

 

Como decía se suele lógicamente darle mayor importancia a las elecciones nacionales que a las regionales. Pero existen casos singulares, en los cuales una elección regional adquiere una importancia del mismo nivel que las nacionales. Ese es precisamente el caso de las elecciones a Gobernadores, Alcaldes, Asambleas Departamentales y Concejos de Octubre.

 

Me baso en unas pocas razones para hacer tal aseveración y las voy a analizar brevemente a continuación.

 

1) Estas elecciones servirán bien de contención a la capitulación del gobierno a las Farc, o bien de apertura definitiva a la represa que la impediría. La esperanza goebbeliana que Juan Manuel Santos instiló en el país respecto al proceso de paz, engañó a una buena parte del electorado, que votó “con la nariz tapada” por él con la esperanza de una pronta solución al terrorismo de las Farc. Luego de un año la inmensa mayoría de los colombianos se encuentran decepcionados al verificar otro fraude más del Presidente y ver que no hay en realidad ninguna solución a la vista otra que permitir al gobierno continuar complaciendo todos los canallas deseos de los narcoterroristas.

 

Por lo tanto estas elecciones serán de hecho un contundente plebiscito contra la capitulación del gobierno ante los criminales de lesa humanidad. La oposición democrática encabezada por el uribismo debería hacer una sola campaña nacional con este mensaje, votar por las autoridades locales que no estén de acuerdo con la ampliación del poder territorial de las Farc, sería el antídoto para el veneno de la implantación del Socialismo del Siglo XXI en Colombia, como lo pretende las Farc y lo secunda el gobierno Santos.

 

2) A pesar de ser advertidos con suficiente antelación, los dirigentes del Centro Democrático no creyeron en el peligro de un megafraude en su contra en las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2014. Hoy en día gracias a Dios convencidos de que sí lo hubo, dadas las múltiples constataciones del mismo, deberían estar enfocados en impedirlo en las elecciones de Octubre. Este punto es crucial, pues no se trata de ganar o perder unas gobernaciones o alcaldías, sino de la supervivencia misma de la democracia colombiana. Si se permite otro megafraude que le otorgue poder territorial a los narcoterroristas de las Farc y sus secuaces (sobre todo en las zonas fronterizas) estaríamos regresando a la situación de principios de siglo, en la cual Colombia era un Estado fallido, dada la incapacidad del Estado de tener control territorial sobre vasta extensión del país en manos del narcoterrorismo. Ahora el peligro agravado, pues éste sería poder local ilegítimamente investido a través de un fraude electoral.

 

3) La supervivencia de un partido de oposición que enfrente la tentación totalitaria de la izquierda, secundada por los enmermelados partidos de la Unidad Nacional (incluyo aquí partidos que no los son formalmente, pero que actúan como apéndices de la misma, como el Conservador y los Verdes), significa asegurar la estabilidad democrática en Colombia. Por lo tanto un resultado exitoso para el Centro Democrático, es crucial para la democracia colombiana.

 

Como se ve las elecciones regionales y locales de Octubre son cruciales para Colombia, en ella se juega el futuro de la democracia, del Presidente Uribe y su partido depende ese futuro, felizmente está en buenas manos.

 

DC/ PHD Alberto López Núñez / @alopeznunez

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