Larga vida a Leopoldo y Ceballos, por Douglas Zabala (@douglazabala)

Huelgas de hambre que dejaron honda huella en la historia, las generadas por los insurgentes de Irlanda del Norte.  Estos patriotas republicanos desde inicios del siglo XX comenzaron a arriesgar sus vidas, tomando como arma,  su cuerpo y alma.   Hasta el punto que  en el año 1981 con Bobby Sands a la cabeza, 10 dirigentes del IRA dejaron sus huesos pegados en los barrotes de las cárceles de Margaret Thatcher.  Estará dispuesto el huelguista de Ramo Verde y su Voluntad Popular, seguir la senda de los prisioneros de   Long Kesh, ante un carcelero que en el fondo no olvida como su trágica popularidad comenzó a caer  con las guarimbas.

 

Lepoldo y ceballosTambién en las tenebrosas  cárceles de nuestros principales  asesores del jefe de Miraflores,  han dejado sus vidas trece dirigentes políticos,  por ejercer con libertad una de las pocas formas de protesta permitida por Fidel y Raúl Castro  en su Cuba Socialista.  Habrá sopesado la dirección política donde también milita el Alcalde prisionero en San Juan de los Morros, que si para el G2 y demás cuchicheantes cubanos, este atrevimiento libertario es pan comío. Que de acuerdo a su propia experiencia lo recomendable en estos casos,  es no doblegar la  soberbia gubernamental, para dejar que sea el hambre la que defina el conflicto y no la debilidad ante el enemigo a muerte.

 

Habrán analizados en sus tiempos de estudio, los huelguistas de ahora, que esta arma mortal de todo reo político, también en Venezuela se ha ejecutado, y que  por no dejar,  previo a la llegada del comandante eterno, quien por cierto  si fue tratado como un preso político;  en los tiempos de la cuarta república se emprendieron varias huelgas de hambre, siendo la más significativa la iniciada  aquel 5 de noviembre de 1963, donde más de 200 activistas del PCV y el MIR,  junto a  militares insurrectos, desde  la Isla del Burro,  pusieron en jaque a un gobierno adeco asediado en esos momento por la insurgencia guerrillera y los alzamientos militares.

 

Desde los tiempos en que Chávez distorsionó el concepto de presos políticos para enrevesadamente comenzarlos a llamar despectivamente políticos presos, se sabe que la pelea tras las rejas no es cosa de niños.  Por esta y otras razones, tendrá o no retorno una lucha que se propone primero la liberación de todos los presos políticos, segundo que cese a la represión, la persecución y la censura en los medios de comunicación, tercero se fije la fecha de las elecciones parlamentarias y cuarto la observación internacional calificada para garantizar la  transparencia del acto electoral.

 

Valdrá la pena insistir  en este camino tortuoso, temerario y flagelador de la condición humana,  por un petitorio que muy bien la gran alianza opositora desde la calle puede impulsarla, tomando en cuenta que otro Franklin Brito,  sólo serviría para demostrar la crueldad de un gobierno, que ya en materia penitenciaria, ha roto todos los record en violación de derechos humanos.   La huelga de hambre es un acto personalísimo y en sus manos está la decisión de levantarla o no, pero ya Maduro ha dado muestra de su terca intolerancia, incluso ante la máxima autoridad del Vaticano.

 

Estamos de acuerdo con Gandhi cuando señaló que el espíritu valeroso halla su gloria luchando en solitario; pero es el  caso que aquí la mayoría del pueblo clama larga vida a Leopoldo y Ceballos.  No lo olviden, Venezuela los necesita vivos en este  combate por la vida y la libertad.

 

DC/ Abog. Douglas Zabala/ @douglazabala

 

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