La Justicia sin salida, por Alberto López Núñez (@alopeznunez)

Es desmoralizador ver al Farcfiscal Montealegre encubriendo su enriquecimiento ilícito en Saludcoop, a la vez que persigue al expresidente Uribe

 

Desde los lejanos tiempos de su enunciación por Montesquieu, el principio de separación de poderes es una norma fundamental de los regímenes democráticos: hay un poder encargado de la promulgación de las normas, el Legislativo, otro encargado de la implementación de las mismas, el Ejecutivo, y finalmente , el Judicial, que tiene como función la sanción al incumplimiento de las mismas.

 

Obviamente la característica básica de un régimen no democrático, es  el incumplimiento de esa regla de oro. El dictador concentra o dirige las tres funciones del Estado. La usurpación de funciones la puede hacer de una manera grotesca y directa, como en el chavismo, o de manera indirecta y sibilina , como en el farcsantismo colombiano.

 

Como ya lo señalamos una característica de la dictadura es la no separación de poderes, en Colombia observamos un Legislativo dominado por eunucos interesados únicamente en atosigarse de mermelada que les da el Ejecutivo para que lo complazca en su capricho de doblegarse ante el poder narcoterrorista de las Farc. Es lamentable que en esa orgía enmermeladora haya caído el Partido Conservador, pero obvio si el poder de repartir la mermelada ha estado a cargo de fichas de ese partido, y ahora que el Ejecutivo se quedó sin recursos, por culpa precisamente de esa repartición de mermelada, se ha encargado a otra ficha conservadora de ir a quebrar a Ecopetrol, para poder consumar la quiebra del Estado, base del programa del Foro de Sao Paulo, que tiene como meta entregarle el poder a los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad de las Farc. Que tristeza ver a supuestos dirigentes demócratas como la bancada conservadora, los gremios, los medios de comunicación y los sindicatos comprando la soga con la que el totalitarismo populista de izquierda los  van a ahorcar, tal como lo predijo el sabio Lenin.

 

Pero donde se aprecia aún más la tesitura democrática de un régimen es en el imperio de la justicia. Esta debe ser imparcial, pronta y regida por el debido proceso. Es en el Poder Judicial donde se observan las más grandes falencias del régimen democrático colombiano. La justicia en este país se ve acosada por la penetración de dos fuerzas oscuras dentro de sus instituciones. La corrupción y la ideologización de los jueces. El farcsantismo tiene como objetivo fundamental a través de la politización de la justicia la persecución de la oposición a la implantación del Socialismo del Siglo XXI en Colombia, que lamentablemente está reducida al uribismo y a la facilitación de la toma del poder por los narcoterroristas de las Farc.

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Es desmoralizador ver al Farcfiscal Montealegre encubriendo su enriquecimiento ilícito en Saludcoop, a la vez que persigue al Expresidente Uribe, Oscar Iván Zuluaga y otros líderes del Centro Democrático y a funcionarios honestos por el solo hecho de ser uribistas y al mismo tiempo crea falacias jurídicas, elimina cargos a terroristas y defiende la injusticia que criminales de lesa humanidad no paguen ni un día de cárcel.

 

Da grima ver a las Altas Cortes sentenciando que las Farc no son terroristas, que sus máximos jefes no son culpables del secuestro de niños, mientras hacen carrusel judicial, cobran altas coimas por tutelas , aplican la silla giratoria a la par que tienen al sistema judicial en un estado de  paralización inconcebible.

 

Hay que decirlo abiertamente la justicia colombiana es un tumor cancerígeno letal y como tal requiere una cirugía de alto calibre. Pero como los otros dos poderes solamente están interesados en el usufructo de la misma para sus intereses terroristas y personales no podemos esperar por los canales regulares su sanación.

 

Es por ello que la única vía posible es la Constituyente, como lo expresáramos hace ya varios años en un estudio del Centro de Pensamiento Primero Colombia “ Prolegómenos  a la reforma de la Justicia” (que invitamos a leer en el Observatorio legislativo en www.pensamientocolombia.org ). Pero obviamente que esa Constituyente que se plantea para la reforma judicial es diametralmente opuesta a la que quiere imponer el Farcfiscal Montealegre, el proyecto de éste es una asamblea para darle todo el poder a los criminales de lesa humanidad de las Farc.

 

Montealegre ha sido el presentador de todos los globos de ensayo que Juan Manuel Santos quiere implementar para complacer a Timochenko y su banda de criminales, Montealegre es el telonero de las medidas que finalmente Santos implementará por órdenes de las Farc. De manera que muy pronto veremos a JMS convocando a una Constituyente que será,  como en todos los otros países en el que se han implantado el Socialismo del Siglo XXI, el puntillazo final a la democracia.

 

Confío en la sabiduría y energía de líderes como Uribe, en la institucionalidad de nuestras Fuerzas Militares y sobre todo en la reciedumbre democrática de nuestro pueblo, en que no nos dejaremos doblegar ante el narcoterrorismo, que el Estado forajido que quiere implantar el farcsantismo no verá luz en Colombia, pero siempre es bueno alertar sobre los peligros para evitar que los parásitos ataquen el organismo democrático sin que esté preparado para defenderse.

 

DC/ PHD Alberto López Núñez / @alopeznunez

 

 

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