Exceso de bebidas energéticas puede traer problemas cardíacos

Nerviosismo. Irritabilidad. Insomnio. Taquicardia. Alta presión arterial. Esos son sólo algunos de los problemas que puede generar el alto consumo de bebidas energéticas.

El médico especializado en adolescentes, Manuel Lorenzo Fernández, de la clínica Salus Caracas, y la nutricionista Katherine Zeratsky, de la Clínica Mayo, advierten que el mayor riesgo de estas bebidas es el alto contenido de cafeína que contienen, además de otras sustancias.

«Yo no recomiendo el uso de ese tipo de bebidas en ningún momento en adolescentes», apunta Manuel Lorenzo Fernández, quien manifiesta preocupación por lo que, dice, ya se ha hecho costumbre entre los jóvenes, «estudiar de noche con una bebida energética o irse de rumba y combinarlas con alcohol».

Por su parte, Zeratsky dice que «la mayoría de bebidas energéticas contiene gran cantidad de cafeína, lo que puede estimular temporalmente la vitalidad. Sin embargo, la estimulación dura poco y puede presentarse acompañada por otros problemas».

Los jóvenes sienten que, al beber alcohol con bebidas energéticas, «aguantan» más. Es pura sensación. Aunque no lo perciban, sí están ebrios.

«Combinar las bebidas energéticas con alcohol puede ser incluso más problemático, porque pueden atenuar la intoxicación pero, al conducir, se pueden sufrir lesiones», expresó Zeratsky.

Fernández piensa que esa combinación, ingerida sin control, puede incluso traer consecuencias fatales como un coma etílico, además de un posible infarto causado por la mezcla de una sustancia inhibitoria y otra estimuladora, actuando ambas sobre el corazón. «En muchas ocasiones, este tipo de bebidas también contienen inositol que potencia la acción de la cafeína y de la taurina. Junto con alcohol se incrementan las posibilidades de aparición de efectos adversos», añadió.

El problema es el exceso

«Las personas que ocasionalmente toman bebidas energéticas no tienen problema», asegura Zeratsky. El límite que sugiere, para un adulto sano, es de 500 mililitros diarios.

Dice Zeratsky que existen pocos grupos de personas para quienes las bebidas energéticas no son recomendables. Quienes tienen una enfermedad crónica, especialmente cardíaca y de hipertensión, deben consultar al médico. «Los adolescentes, las embarazadas y las mujeres que amamantan posiblemente deberían restringir el consumo de este tipo de bebidas», dijo,

Los adolescentes, en particular, no deberían consumir más de 100 miligramos de cafeína al día, según la Academia Americana de Pediatría. Y los niños simplemente no deberían ingerir cafeína.

«Un informe de 2014 de la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental de Estados Unidos señala que en ese país, desde 2007 hasta 2014, las visitas al servicio de urgencias relacionadas con el consumo de bebidas energéticas casi se duplicó, pasando de 10.068 a 20.783. La mayoría de los casos fueron en pacientes de 17 a 25 años. El mismo informe reporta 14 muertes en ese mismo rango de edad», reseña Fernández quien considera que, además, generan adicción.

Aquellas personas que se sienten realmente cansadas y por eso apelan a bebidas energéticas para poder cumplir con sus rutinas, deberían pensar otra solución. «Deben intentar dormir bien, hacer ejercicio diario e ingerir una alimentación sana», sugiere Zeratsky. Y si esas medidas no surten efectos «deben consultar al médico porque el cansancio puede ser síntoma de otra enfermedad como hipotiroidismo o anemia».

Fuente: DC|EU

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