Candidatos, especulación y carros usados, por Alfonso Hernández Ortiz (@AlfonsoZulia)

Una de las calamidades que viven los venezolanos de las clases populares y la clase media es la dificultad para trasladarse a sus trabajos, hogares, y otros sitios de interés, primero por la precariedad e ineficiencia de los servicios de transporte público, segundo por la inseguridad que representa transitar por una calle o avenida sin ser víctima del hampa y tercero por los costos que implican pagar un taxi o un transporte privado, de tal manera que la esperanza de muchas familias para poder paliar esta situación es lograr adquirir un vehículo nuevo o usado, pero pareciera que la oportunidad se convierte en un sueño inalcanzable por el exagerado costo de los carros en nuestro país.

 

Al realizar una comparación de los precios de vehículos en Venezuela con otros países del mundo, puede notarse a primera vista sin necesidad de hacer estudios de análisis financiero profundo o del comportamiento del mercado, que existe un abuso especulativo en la venta de vehículos usados, asunto que el gobierno debe atacar de manera contundente, no solo en la venta de carros también en los accesorios y repuestos.

 

En Venezuela los precios de los vehículos están por las nubes, por ejemplo en los Estados Unidos un vehículo marca Toyota Corolla año 2015, podría costar cerca de los 20 mil dólares, y aquí en Venezuela en un concesionario puede oscilar sobre los 1,8 millones de bolívares, sin sumar la comisión subrepticia que se cancela para conseguir el mismo, sin embargo este mismo vehículo al venderlo como usado supera los 8 millones de bolívares; esta comparación puede hacerse con países como Colombia, Panamá, Aruba y Curacao, adicional el exabrupto en el costo de los vehículos nuevos adquiridos en Venezuela y lo mas fuera de contexto, la sobrevaloración de los carros usados, un vehículo al salir del concesionario cuesta más, de lo que cuesta nuevo.

 

Durante el periodo legislativo pasado se presento un Proyecto de Ley el cual quedó engavetado en los archivos de la Asamblea Nacional,  fue el Proyecto  que Regula la Compra y Venta de Vehículos Nuevos y Usados, nacionales o importados, presentado por la ex diputada Iroshima Bravo (PSUV), quien formó parte de la comisión especial que investigó el comportamiento del sector automotriz y quien textualmente sugirió que el objetivo principal de ese proyecto de ley era,  beneficiar al colectivo y no a los intereses de los grandes capitales que actualmente mantienen un control casi total de la oferta de vehículos en el país, así como desestimular la especulación reinante en el mercado automotriz venezolano, caracterizado por la existencia de un oligopolio, es decir, pocos oferentes y muchos demandantes, el cual ha generado distorsiones en el mercado, las cuales se reflejan en el espiral especulativo que finalmente afecta a los consumidores al deteriorar su poder adquisitivo. Según declaraciones de la propia Ex diputada Bravo este proyecto de ley recibió duras críticas de sectores vinculados -importadores, ensambladoras y concesionarios,  de manera tal que el Proyecto quedó silenciado, murió sin siquiera nacer, la diputada Bravo no fue reelecta y el proyecto pareciera que quedó en el olvido.

 

Dice el dicho que lo que está a la vista no necesita anteojos, la especulación en el precio de los vehículos usados es evidente, aunado a las roscas que controlan los pocos vehículos nuevos que salen de las concesionarias, sería importante escuchar las propuestas de los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional sobre este tema, los cuales deberían desempolvar el Proyecto de Ley de la ex diputada Bravo, que regule el costo de los vehículos, los cuales pueden ser superiores a cualquier casa u apartamento, de igual forma deberían divulgarse en listas publicas cuantos vehículos se están produciendo en la plantas o importando de las casas matriz hacia las concesionarios venezolanos y a quien se la adjudican dichos vehículos, ya que descaradamente se puede evidenciar que existe un manejo oscuro en las concesionarias, los cuales al venderlos como usados, se colocan a precios inalcanzables para cualquier ciudadano, la especulación de los carros usados debe ser prioridad entre las propuestas legislativa de los próximos diputados de la Asamblea Nacional.

 

DC / Alfonso Hernández Ortíz / Politólogo- Abogado / dialogopublico@gmail.com / @AlfonsoZulia

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