Hasta 30 veces pueden detener a un mismo carterista en el Metro

A Marian Useche la sorprendió una estampida humana dentro de un vagón del Metro de Caracas. Llevaba audífonos y la música retumbaba en sus oídos; no se percató de que algo inusual sucedía en el tren hasta que la masa la arrastró: “Hubo gente que me haló por la camisa para que corriera y otros me empujaban. Todo ocurrió en el túnel entre las estaciones Chacaíto y Chacao. La gente gritaba, pero yo no lograba descifrar por qué”.

La avalancha sucedió el 9 de enero, alrededor de las 5:30 pm. La razón: había un grupo de hombres, con presuntas armas, asaltando a los pasajeros dos o tres vagones más atrás. “No los vi hasta que me pude bajar en Chacao. Salieron corriendo del tren directo a las escaleras”.

No en todos los casos los asaltantes logran escapar. La seguridad del Metro de Caracas corre por cuenta de la Policía Nacional Bolivariana, de hecho fue una de las primeras tareas que se le asignó a ese cuerpo policial. Funcionarios del cuerpo de seguridad explicaron que hay alrededor de 150 efectivos destinados a la custodia de la línea 1, del Cabletren y del Metrocable de Mariche. Los policías se dividen en 3 grupos, con unos 40 efectivos cada uno que se reparten entre las 28 estaciones que abarcan los 3 medios de transporte.

De enero a abril, la PNB ha realizado más de 100 procedimientos en los que han logrado capturar a más de 130 personas por cometer algún delito, de acuerdo con un funcionario de ese cuerpo de seguridad que prefirió resguardar su identidad. 50 de los detenidos han sido carteristas, y en otros procedimientos han identificado a más de 30 ciudadanos que estaban solicitados por cometer algún crimen fuera de las instalaciones del subterráneo.

“Con los pocos funcionarios que tenemos estamos haciendo el trabajo; el problema está en que una vez que ponemos a los detenidos a las órdenes del Ministerio Público el tribunal de control los deja en libertad, con medidas cautelares, por considerar que han cometido un delito menor. Hay gente a la que hemos detenido hasta 30 veces”, afirmó el efectivo de seguridad.

Hay menos de 2 policías por estación para custodiar el subterráneo que transporta 2 millones de pasajeros al día. Por la cantidad de funcionarios asignados para el sistema cada agente tendría que resguardar a 13.000 personas. “Para prestar un servicio cabal necesitaríamos el doble de funcionarios, de manera que pudiese haber mínimo 2 policías por estación y reforzar en las que hemos identificados que hay más recurrencia de delitos”.

Las estaciones más peligrosas de la línea 1 son Chacaíto, Plaza Venezuela, La Hoyada, Capitolio y Petare. En esas paradas se cuenta con dos funcionarios policiales, pero en las que se ha determinado que la incidencia de delitos y de pasajeros es menor hay dos funcionarios rotando entre las estaciones, por ejemplo, entre Chacao y Altamira.

La seguridad de las líneas 2, 3 y 4 del Metro y del Metrocable de San Agustín es responsabilidad de otro grupo de PNB con sede en Mamera.

Momentos de pánico. Antes de que a Useche la sacaran a empujones del vagón debió proteger a una mujer que cayó frente a ella: “Íbamos saliendo del tren, pero una mujer que llevaba a un niño pequeño, como de cinco años de edad, metió el pie en la zanja que hay entre el tren y el andén, y se cayó. Si yo pasaba los iban a aplastar, así que me quedé parada en la puerta aguantando a la gente y recibiendo golpes en la espalda. Afortunadamente, la mujer se levantó rápido”. Después, esta mujer que se desempeña como terapeuta ocupacional escuchó a los operadores solicitando la presencia de la PNB, aunque nunca vio a los agentes, y luego liberaron el tren. No hubo denuncias. Los usuarios volvieron a subirse al tren.

A finales de abril ocurrió algo similar en Plaza Sucre, y aunque la gente corrió a los usuarios les dio tiempo de activar los botones de alarma y el tren no llegó a moverse. “En seguida se cerraron las puertas, los hombres anunciaron que iban a robar, eso hizo que la gente reaccionara y activara las alarmas”, dijo una mujer que viajaba en el tren, aunque desconocía si la policía había logrado capturarlos.

Gabriela Canónico también presenció un robo en un vagón el año pasado en el túnel entre Chacaíto y Chacao: “Lo primero que vi fue gente corriendo, pero cuando nos dimos cuenta que el asaltante estaba armado todos nos tiramos al suelo del tren porque además el hombre estaba robando a un señor que se puso a discutir. Cuando llegué a Chacao me salí y no supe qué más sucedió”.

El funcionario de la PNB aseguró que en la mayoría de los casos en que se presentan hombres con revólver estos suelen ser falsos: “En lo que va de año hemos decomisado solo dos verdaderas armas de fuego”.

DC | EN | Foto: Agencias

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