LUZ para todos… Proyecto Dr. Antonio Borjas Romero (III), por César Ramos Parra (@cesarramosparra) 

Principios y Valores, continuación…. 

 

La axiología organizacional de la Universidad, es un valor que debe catapultarse para impregnar a todo nuestro entorno como una unidad homogénea pero diversa, de manera que se autoatribuya elementos organizacionales flexibles y a la vez rigurosos en la conformación de una comunidad académica propia de este siglo de incertidumbre, cuestión que permea a todo nuestro quehacer educativo. Los valores organizacionales que sustenta el Proyecto ABR, se centran en una articulación sistémica entre las estructuras internas y las estructuras externas, para lo cual se centra en la relacionalidad como principio axiológico. Esa relacionalidad, se conforma a través de un aprendizaje por intermedio de la institucionalidad; esto es, cada individuo que conforma nuestra Alma Mater, se impregna del sentido de pertenencia pero también de un sentido de solidificación a través de la misión que persigue la institución, que no es otra que formar individuos para toda la vida, y por lo cual finalmente cada uno de nuestros miembros es capaz de autoeducarse en este nuevo valor de la relacionalidad en la institucionalidad.

 

Entonces, nuestra axiología organizacional se centra en esos tres valores que ha identificado desde sus raíces a nuestra Universidad del Zulia: Contexto Interno, Contexto Externo y Relacionalidad. El primero, conformado por todos los elementos del sistema interno (Docentes, estudiantes y personal de apoyo); el segundo, conformado por todos los elementos del sistema externo (Estado, empresas públicas y privadas, y sociedad); y finalmente el tercero, estructurado por intermedio de la relacionalidad en tanto filosofía práctica o filosofía de acción.

 

El segundo entramado de nuestra axiología educativa, se estructura a través de la epistemología de la educación; esto es, cómo entender el acto educativo desde el punto de vista de la praxis docente que se centra en la enseñanza-aprendizaje del conocimiento. En este sentido, lo epistémico emerge aquí como un valor educativo; vale decir, el acto educativo va dirigido hacia la conformación de una sociedad del conocimiento que hace de la Universidad una institución inteligente. Para ello, el currículo centrado en esta perspectiva axiológica y educativa se constituye en uno de los valores esenciales que sirven de instrumento para la formación del estudiante para toda la vida desde la Universidad. Implica considerar lo epistémico como centro del currículo, pues se trata de exaltar los valores científicos y la axiología de la ciencia como estructura ética. De allí que se considere lo epistémico desde lo ontológico y lo gnoseológico. Entendemos esta estructura desde el ser de la universidad (lo ontológico) y desde el conocimiento que socializamos (lo gnoseológico). Así, lo epistémico emerge como una estructura compleja que abarca todo sistema de conocimiento en una institución que se ocupa de generarlo y socializarlo para su aprendizaje, emergiendo de allí la visión de una Universidad innovadora, capaz de generar las posibilidades de cambio y las fortalezas para enfrentar la incertidumbre social en la cual se encuentra inmersa.(CONTINUARÁ)

 

DC / César Ramos Parra / Profesor Universitario / @cesarramosparra

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