LUZ para todos… Proyecto Dr. Antonio Borjas Romero (II), por César Ramos Parra (@cesarramosparra) 

Principios y Valores, continuación…

 

Si miramos más profundamente el actual contexto de la vida universitaria, nos percatamos que hay una pérdida dramática de la educación como ética de la educación, pues siendo el acto educativo un acto esencialmente ético, se espera la formación en los valores que identifican el contexto universitario en general, y la ética docente en particular, ceñidas fundamentalmente en el sentido de pertenencia y de solidaridad con la sociedad generalmente considerada, valores estos que observamos más bien de baja, desde la fundación del Proyecto Antonio Borjas Romero.

 

Los valores universitarios se centran en la conformación de una Universidad Inteligente, caracterizada por impregnar la vida académica de valores compartidos por los integrantes de la institución, y por la sociedad que le da vida. Tal como se viene expresando en foros nacionales e internacionales, los valores universitarios son la guía del acto docente, transversalizado en cada uno de los momentos en que se disgrega la totalidad del aprendizaje como aprendizaje ético. Por ello, son la razón de ser del proyecto universitario, pues el conocimiento que se aprende en las aulas y laboratorios obedece al proyecto de Modernidad que en Latinoamérica representa el fundamento en la fundación del Estado nacional.

 

La Universidad tradicional ha buscado la formación de personas educadas para toda la vida; y ello se entiende como un proceso civilizador y modernizador, dos valores que le dieron vida a la Universidad Latinoamericana. Sin embargo, hay que decir, que hoy día ese proyecto educativo tiene sus raíces no en una educación centrada en el docente, como se desprende del proyecto original, sino que se encuentra centrado en la triangularidad formada por docente-conocimiento-estudiante, cuestión que implica un cambio de paradigma educativo, para lo cual se demanda una nueva estructura y unos nuevos valores, de manera que catapulte la renovación y la refundación del proyecto Universidad a partir de ese triángulo académico.

 

Ello representa para la Universidad, un desafío de responsabilidad. Tenemos el compromiso ético de reconstruir una Universidad Socialmente Responsable en los tres entramados que desde la pedagogía científica se viene construyendo a partir de la nueva axiología de la educación: 1) Organizacional, en sus dimensiones interna y externa; 2) Epistemológica, en su dimensión ontológica y gnoseológica y 3) Ética, en su dimensión compleja como ética de la responsabilidad social. En cuanto a la axiología organizacional, los valores que identifican a la Universidad devienen justamente de la praxis educativa a partir de las estructuras que la conforman, de lo cual se ha dado cuenta en numerosas investigaciones que desde el CONDES y otros organismos financistas y avalistas de la investigación educativa se han impulsado. Y ello significa que poseemos las fortalezas suficientes que podrían determinar nuestro rumbo hacia los estándares académicos internacionales como una de las mejores instituciones universitarias del país, pero que por desgano o por desconocimiento o por falta de voluntad política, observamos que esos conocimientos se quedan en nuestros propios anaqueles. (CONTINUARÁ)

 

DC / César Ramos Parra / Profesor Universitario / @cesarramosparra

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