La Inflación ¿Secreto de Estado?, por Asnaldo Soto (@econsinsecretos)

En Octubre del 2014 los técnicos y profesionales del B.C.V. denunciaron en un comunicado a la opinión pública que han recibido presiones para que las estadísticas no reflejen la magnitud de la crisis económica de Venezuela.

 

De acuerdo con la Ley del B.C.V. los resultados del Índice Nacional de Precios al Consumidor deben darse a conocer durante los primeros 10 días de cada mes, pero, el instituto incumple su propia normativa.

 

En lo que va del año, el organismo encargado de velar por la estabilidad monetaria tiene tres meses sin publicar los informes del I.N.P.C. por lo que el país desconoce las variaciones oficiales de precios.

 

Esta demora del ente emisor en la publicación de las estadísticas es una práctica que se ha hecho recurrente durante el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

 

En el presente artículo, trataremos la enfermedad del dinero, que es la inflación: su concepto, los tipos de inflación que existen y un breve relato histórico de la inflación en Venezuela desde el 2005 hasta el presente.

 

Pero veamos ¿Qué se entiende por inflación?

 

La palabra en sí viene sencillamente de inflar: volumen de dinero inflado, porque la inflación es un fenómeno estrictamente monetario de acuerdo a la teoría de Milton Friedman. Este trastorno lo podemos explicar como el alza generalizado de los precios durante un período dado. Para que ocurra la inflación y los precios suban, debe haber dinero en circulación con los cuales comprar los bienes y servicios y ese dinero lo crea primariamente el Banco Central.

 

También la inflación la podemos explicar con el siguiente ejemplo: “Cuando el volumen del dinero y los bienes existentes en una economía se modifican en la misma dirección y volumen, conservan la estabilidad tanto el valor del dinero como los precios. Pero si tiene lugar una proliferación acusada de dinero frente a un volumen de bienes permanentes, se deteriora tanto el valor de aquel, que se puede hablar de una  inflación”. En este caso, es necesario resaltar que la liquidez ampliada (M2) en Venezuela ha aumentado 190 veces entre 1999 y el 2015.

 

Por otra parte, el ritmo de esa desvalorización del dinero puede ser lento o rápido. Cuando en una economía, el valor de la moneda disminuye constantemente, pero en una proporción reducida, por ejemplo en un 2 al 4% anual hablamos sólo de una tendencia inflacionista o se dice que existe ya una inflación latente.

 

El problema estriba en no perder las riendas de esa tendencia inflacionista, que de otro modo puede convertirse en una inflación al trote o incluso en una inflación galopante.

 

Podemos hablar de una inflación al trote cuando el índice de depreciación de la moneda oscila entre 5 y el 15% anual.  En tal caso empiezan a asomar las devastadoras manifestaciones de una inflación abierta y galopante: La subida incesante de los precios hace que se contraigan de un modo cada vez más perceptible los ingresos de los asalariados; la voluntad general de ahorro disminuye, porque el interés de las cuentas de ahorro no cubre ya el índice de depreciación del dinero; se endurece cada vez más la postura reivindicativa de los sindicatos frente a las empresas al tratar aquéllos de lograr una compensación de la pérdida de valor de los salarios; las empresas empiezan a ver como el aumento de los costos devora las ganancias que necesitan ellos para hacer las necesarias inversiones. Y recurren a hacer pagar al consumidor final los aumentos de costos en forma de esa subida de precios que según hemos dicho antes, alimenta sin cesar la espiral inflacionista de los precios y los salarios.

 

Asimismo, la inflación abierta o declarada como la que tenemos en Venezuela, actúa como un incendio en una estepa. Se extiende en todas las direcciones con tremenda velocidad y no deja tras sí más que tierra quemada. Porque la subida de los precios hace que la gente se deshaga hoy a toda prisa de un dinero que mañana puede valer sólo la mitad. Esa presión de la demanda hace subir los precios por las nubes.

 

Por último, Venezuela está al borde de la hiperinflación. Es decir de alcanzar una inflación de tres dígitos, porque la aceleración de los precios tiene su origen en la impresión de billetes por parte del B.C.V.

 

Todo comenzó con la reforma de la Ley del B.C.V. en el 2005. Dicha reforma le dio una estocada mortal a la estabilidad monetaria y le abrió cauce a una inflación desbocada.

 

Esta reforma permitió que el B.C.V.  imprimiera dinero  inorgánico, es decir, dinero de la nada, para dárselo al gobierno con la complicidad lamentablemente de una parte de los integrantes de “La Grey Zuliana”

 

Entonces Sr. Presidente ¿Por qué tratan de ocultar algo que a todos los venezolanos nos impacta en el bolsillo diariamente?

El que no la debe no la teme…

 

 DC / Econ. Asnaldo Soto / asnaldosoto@gmail.com / @econsinsecretos

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