Al pana William Querales, por Douglas Zabala (@douglazabala)

Estas notas que hoy público son consecuencia de las malas noticias que a veces te da la vida. Se ha ido nuestro entrañable amigo William. Razón más que suficiente para parar en la redacción de mí acostumbrada columna semanal y rendirle tributo póstumo a este Zuliano –  Aragüeño, quien también siendo hijo predilecto de Maracay, sus ciudadanos en retribución a su constancia lo hizo alcalde y Diputado. Aquí mi homenaje con parte de una crónica realizada después que superara su primer percance en esa batalla que también dio por su propia vida.

 

11182141_10206474453157799_2278264898792458182_nEs Siglo XX, principio de los setenta y son las 10:45 minutos de la noche, falta poco para ver salir el tropel de los obreros de Telares Maracay por el portón principal, allí estamos parapetados panfleto en mano dispuesto a confrontar nuestras ideas revolucionarias con los camaradas obreros.   Apenas lo diviso, amarillento y flaquito como un fideo, y con un bojote de periodiquitos del  MAS OBRERO, intercambiamos municiones, le entrego la hoja obrera de RUPTURA, que todas las semanas elaborábamos con La Bruja, Ángel J Márquez y su gorda Priscila López.

 

Es siglo XXI, principio del dos mil siete.  De repente en una nutrida asamblea, se encuentran reunido una representación de trabajadores petroleros, estudiantes y profesores de la Universidad Rafael Maria Baralt, quienes venían a defender el proyecto de la ciudad universitaria de Tamare. Voceros de los Consejos Comunales, que fueron a solicitar la entrega inmediata de los recursos prometidos y bloqueados, por la ineficiencia de los burócratas “revolucionarios” que todo lo enredan.

 

En fin, más de trescientos dirigentes comunitarios, obreros, estudiantiles y profesionales, plenaron el salón de reuniones del Colegio de Ingenieros, Seccional Tamare, el cual  sirvió de sede al cabildo abierto improvisado e impuesto por este pujante movimiento popular, pidiéndole al diputado de Aragua, lo que no le dan los de aquí los diputados del Zulia: solidaridad y consecuencia en sus luchas.

De aquí salió William comprometido hasta los huesos con sus coterráneos. ¡Nos vemos el martes allá en la Asamblea!… Voy a pedir un derecho de palabra y les garantizo que La Costa Oriental se hara escuchar allá en el parlamento. Pero sin desearlo no cumplió su palabra, si proponérselo se involucró en la madre de todas sus batallas, comenzó  a luchar ya no por la vida de los demás sino por su propia  vida.

 

Ese miércoles el parlamento estaba  que reventaba, acababa Chávez de terminar su discurso en defensa de la Reforma Constitucional, y de pronto Cilia flores, pide un aplauso en homenaje al diputado William Querales, por haber permanecido sentado en su silla de ruedas, quien a pesar de su salud estaba cumpliendo con su labor parlamentaria.

 

Es viernes por la tarde, todavía el sol de Tasajera te quema la espalda y la carretera semi asfaltada se mueve cuando caminas. Allá en su pueblo natal, en la calle de su casa no cabe un alma: niños arremolinados al son de los tambores.  De nuevo obreros, estudiantes, viejos campesinos, amas de casas, profesores universitarios, poetas, los eternos comunistas del pueblo, todos reunidos en un solo fiestón.

 

En el centro de aquel jolgorio cargando y bailando el San Benito  desde su silla de ruedas,  todavía recuerdo al pana William Querales, como en los tiempos de las luchas obreras de Telares Maracay, gritándole al mundo: ¡somos la alegría en permanente lucha contra la tristeza y la muerte!

 

DC/ Abog. Douglas Zabala/ @douglazabala

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