En el país se registran 95 motorizados lesionados al día

En Venezuela los accidentes con motos dejan, por día, 95 personas lesionadas y tres pierden la vida. Las cifras, manejadas por el Centro de Investigación en Educación y Seguridad Vial (Ciesvial), corroboran una realidad que, desde hace cinco años, colapsa las calles y las salas de emergencia de los hospitales.
Más del 70% de los centros de salud reciben a motorizados lesionados, señala Ciesvial, institución que sustenta sus números al cotejar las estadísticas de fuentes oficiales, hospitalarias y hemerográficas.
En febrero de este año, en el Hospital Universitario de Maracaibo (HUM), principal centro de referencia zuliano, recibió entre semana de cuatro a seis accidentes con motos. Los sábados y domingos, la cifra sumó un caso más.
En Baralt, municipio al sur de la Costa Oriental del Lago, los bomberos también viven los alcances de estos choques: en lo que va de este trimestre registra 15 accidentes con dos fallecidos.
“Estamos preocupados por esta situación. Hemos dado talleres y los asesoramos  sobre el manejo defensivo. En el caso de los motorizados vemos que no tienen consciencia ni de las señales de tránsito y llevan hasta cinco personas en una unidad”, expresa Viomar Montero, comandante del Cuerpo de Bomberos Baralt.
En esa zona, el año pasado de septiembre a diciembre, atendieron nueve accidentes con motos, de los llamados casos “fuertes” que dejaron cuatro personas sin vidas.
Asimismo, en Valmore Rodríguez, municipio vecino a Baralt, los motorizados dan “quehacer”. “Semanalmente tenemos de cuatro a cinco accidentes graves, con lesionados que tiene fracturas. Allí van incluidos los casos cuando chocan hasta con bicicletas y peatones”, explica el Eduardo Carrasco, comandante del Cuerpo de Bomberos de Valmore Rodríguez.
Cuenta que pese a los esfuerzos por divulgar las leyes y hasta reiterarles el decreto regional, que prohibe la circulación de motos, después de las 9:00 pm, en los motorizados desacatan.
“No hacen caso. No usan casco, salen de noche y de paso llevan las luces apagadas, diciendo que lo hacen para evitar que les roben las motos. No hay consciencia del riesgo que tienen y no agarran escarmiento”, refiere el comandante de Valmore Rodríguez.
La accidentalidad en unidades de dos ruedas también golpea a otros países desde hace mucho tiempo, como el caso de España que para 1991 tenía, al año,  más de mil muertes.
Pero sean casos actuales o de vieja data, las afectaciones son iguales.
“La probabilidad de sufrir una grave lesión cerebral en una caída de moto a más de cien kilómetros por hora, si no se lleva casco, es casi del 99%”, señala el neurocirujano español, Paz Solis.
En tierras venezolanas, la presencia de motorizados se ve “como una invasión” con controversia.
“Para mí usar la moto es lo mejor, desde que la tengo, me resolví para todo. Voy al trabajo, hago las diligencias y me es más fácil porque me estaciono en cualquier parte”, cuenta Juan José Linares, motorizado.
Habla de su “facilidad” para todo aunque no percibe que otros conductores y  peatones,  lo miren con recelo.
“Los motorizados son una plaga. Se tragan las luces, se te meten, no le paran al carro que tienen cerca. Hacen lo que les da la gana”, comenta Ana Vásquez, residente de Lagunillas.
Más de 39 mil motorizados tiene registrados el Zulia, señala Ingrid Dugarte, de Funsaz 171, organismo que coordinó el registro. “De ese grupo tenemos que 15 mil son mototaxistas y el resto van desde gente que trabaja para empresas a particulares”, acota.
De ese grupo, además, un 40%, según Dugarte no tiene papeles de propiedad de la moto.
“Hemos insistido con ellos en el tema de la educación, de la cultura, en que tengan sus papeles en regla, porque sino estarán siempre bajo sospecha, que acaten las normas de tránsito. Ellos exigen respeto, que no se les asocie con actividades delictivas, pero tienen también que cumplir con sus deberes”, evalúa Dugarte.

DC  | Panorama | Foto: Web